A menudo al pasar por las calles y leer sus nombres no nos molestamos en pensar de dónde proceden. En ocasiones hacen honor a la figura de algún personaje ilustre, en otras simplemente nos remiten a nombres de ciudades o países, y de tanto en cuando sucede que desconocemos por completo su orígen. Pues bien, la calle Sant Feliu toma su nombre del oratorio dedicado a este santo que podemos encontrar en una de sus orillas, adyacente a la calle Sant Gaietà, dicho oratorio es uno de los más vetustos de Ciutat. Antiguamente se la conocía como carrer de Ses Carasses o Major de Sant Feliu, en su interior encontramos edificaciones modernistas ricamente ornamentadas, cornisas prominentes y escudos de armas esculpidos sobre espléndidos capiteles que resisten en pie el curso del tiempo.

Un aire 'vintage'

La calle Sant Feliu tiene carácter, ganado a pulso en los diferentes capítulos de la historia que por ella han discurrido. Además, conserva su innegable hechizo ‘vintage’ sin dar la espalda al siglo XXI, porque recoge el fascinante contraste entre un patrimonio arquitectónico de época y la modernidad que aportan comercios de reconocido prestigio. 

Sant Feliu disfruta de una estratégica ubicación, su trazado ligeramente rectilíneo enlaza el Passeig del Born con la calle de la Paz. Con su aire señorial, siempre transitada por visitantes y locales, este vial es uno de los lugares de moda para hacer un café o tomar unos pintxos; también podremos degustar un menú vegetariano o disfrutar de una cena de autor en un entorno romántico, Sant Feliu da para eso y mucho más. Sus comercios se surten de las últimas tendencias en moda, una selección de artículos únicos y también diseños vintage; decoración, con espléndidas piezas de coleccionista; y diseño de interiores, primando el mobiliario doméstico de vanguardia.

Sin duda, hay muchos puntos interesantes que no aparecen en las guías: dónde comer, dónde ir de shopping. No lo dude, adéntrese en este rincón estratégico del corazón de Palma y descubra por sí mismo todo cuanto puede ofrecerle.