Maria Antònia Munar y Miquel Nadal, en el banquillo de los acusados. | D. Amengual

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Sin salirse del guión, los dos principales acusados del ‘caso Maquillaje’ enfrentaron ayer en el juicio versiones opuestas de la compra de Vídeo U. Munar y Nadal coincidieron sólo en rechazar cualquier participación en las dos subvenciones por valor de 120.000 euros que el Consell concedió a la empresa. Sin embargo, hasta ahí cada uno implicó al otro indirectamente.

Maria Antònia Munar, muy combativa en toda su declaración con el fiscal Juan Carrau, negó cualquier participación en la trama. «En cinco años sólo han oído hablar de Munar cuando han buscado pactar con Fiscalía», aseguró. Esa línea de defensa la aplicó la ex presidenta a los tres ex socios de Vídeo U que la acusan y al testaferro de Nadal, Miquel Sard: «A él le pide dos años y a mí me pide seis sin tener nada que ver», replicó al fiscal. Sobre el motivo por el que su antiguo ‘número dos’ asegura que estuvo detrás de la compra de Vídeo U, se extendió más en varias ocasiones: «Cuando cambió su declaración se decía que le iban a llevar a prisión preventiva». A esto suma: «Las relaciones pasaron de ser buenas a deteriorarse. El señor Nadal se enfadó mucho cuando no fue alcalde de Palma y me culpa a mí».

Nadal mantuvo a su vez la versión que dio de los hechos en instrucción: Munar le dio los 300.000 euros en efectivo en un coche para que comprara Vídeo U a través de dos testaferros. «Señaló un sobre y me dijo: ahí tienes el dinero». Según su relato, que coincide con los acusados de Vídeo U, contactó con Miquel Oliver y en una comida en La Cuchara supo que éste quería vender la empresa. Meses después supo que el Govern iba a sacar un concurso para canales de televisión digital terrestre: «Queríamos que el PP no tuviera el monopolio». Así que habló con Munar y ambos planearon la compra de la empresa que se presentaba a la convocatoria. No cuajó: «La presidenta comía con Matas cada semana. Después de una me dijo que no había ido bien, que Matas no se fiaba de Oliver porque decía que era socialista. Entendí que era irrecuperable». Según su versión después perdieron todo el interés en las acciones.

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Munar niega de plano estos hechos: «Jamás di dinero a Nadal». También se desvinculó de su supuesto testaferro, Víctor García. Según dijo su relación con él y con su mujer, Coloma Munar no era estrecha: «Ni siquiera me invitaron a su boda».

Las versiones de ambos no colisionan tan fuerte a la hora de hablar de las subvenciones a Vídeo U. Ambos rechazan cualquier participación más allá de la administrativa: «La decisión política se toma sin que yo tenga ninguna noticia», aseguró Munar. «Las grandes decisiones eran de la presidenta», argumentó Nadal.

La presidenta asegura que se limitó a firmar una subvención nominal que había sido aprobada por el pleno del Consell: «Si no lo hubiera firmado habría cometido una prevaricación». La versión de Nadal, de nuevo es otra: «No te decía que no, pero no se firmaba, pasaba el tiempo y al final caías en la cuenta de que no quería», aseguró. Sin embargo, ninguno de los dos se acusa de conocer que el trabajo que se subvencionaba, los programas de radio que, según las acusaciones nunca se realizaron. Munar, de hecho, se extendió durante el interrogatorio a la hora de sostener que esa subvención nominativa fue «transparente» y que no contó con críticas ni siquiera de la oposición.