La combinación de imágenes proyectadas en el campanario y la pirotécnica del correfoc ofrecieron un vistoso espectáculo.

Las mujeres, y más concretamente las brujas, se erigieron ayer en protagonistas de la revetlla de Sant Antoni en Muro. Fue en el marco del correfoc de los Dimonis de sa Pedrera, que este año contó con la participación de los Dimonis Trabucats de Palma y las Bruixes de Mallorca –formada por chicas exclusivamente– como colles invitades.
Más que a la mujer, el correfoc fue un homenaje a la figura de la bruja pagana, a las «sacerdoteses del boscatge /fecundes amants de la natura / hereves de Nuredduna / sa més bella dels oracles», tal y como se proclamó en los versots.

Los versots captaron nuevamente la atención del público que se congregó en la plaza. He aquí alguna estrofa en la que se repasaban las noticias locales del último año: «El dimoni caça mosques, amb so pardal amb sa mà / Muro solem torear / per Sant Joan a las fosques // Sa Justici ha respost / es camp de golf ja no roda / es color verd està de moda / i més encara a Son Bosc». El derecho a la autoderminación de Catalunya también apareció: «Sa llibertat veig que empunya / un camí republicà / avui dic que Catalunya / aviat li coparà // Dos i dos són quatre / setze i quatre, vint: i si ho diu Espanya, / cent cinquanta-cinc».

Otra de las novedes fue la proyección de imágenes (animadas en parte) en el campanario, que se convirtió en un segundo escenario del correfoc. Siguiendo la tradición, el espectáculo acabó con el incendio de la iglesia y el encendido del fogueró del Ajuntament.

A continuación, los murers se dirigieron a sus foguerons y celebraron la revetlla. A diferencia de sa Pobla o Manacor, la fiesta antoniana no padece en Muro los efectos de la masificación. La velada continuó con música de baile en el local de la tercera edad, música tradicional en la plaza del Ajuntament a cargo de Revetlla d’Algemesí y los hermanos Martorell y, a partir de medianoche, fiesta joven con actuaciones de djs en la plaza de Sant Martí. La fiesta continuará hoy con las tradicionales beneïdes.

A diferencia de Manacor o sa Pobla, la revetlla de Muro –donde la fiesta de Sant Antoni goza de igual arraigo no sufre los efectos de la masificación.