Imagen de los móviles robados. | Alejandro Sepúlveda

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No era Papá Noel. El ladrón detenido por el Área de Investigación de la Guardia Civil del Pont d'Inca no entraba en las casas por la chimenea ni llevaba una bolsa con regalos. Era el Joker, un villano de origen marroquí que fue arrestado el pasado martes por la tarde en una vivienda que okupaba con su madre y su hermano en Inca. El delincuente no cenó con su familia en Navidad ni se tomó las uvas con ellos en Nochevieja. Tenía otro cometido.

Los agentes han recuperado numerosas joyas, relojes y teléfonos móviles robados, entre otros objetos. Una caja con dientes de leche, un reloj Rolex Daytona valorado en 30.000 euros, un bolso Louis Vuitton de 1.600, una estampita dorada del Arsenal o una caja fuerte con la parte trasera recortada se han exhibido este jueves por la mañana en la Comandancia de la Guardia Civil de Palma.

El hombre detenido por cometer numerosos robos durante la Navidad en domicilios de Inca, Consell, Santa Maria y Costitx arrasaba con todo lo que encontraba a su paso. Entraba a las viviendas unifamiliares solo y le daba igual que estuvieran los moradores en el interior.

Los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Pont d'Inca han visionado una gran cantidad de vídeos grabados por las cámaras de seguridad de las casas y se han entrevistado con vecinos y víctimas de los delitos para identificar al sospechoso, un individuo que cometió al menos 40 robos. La mayoría de golpes los perpetró los días 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero.

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«Hacemos un llamamiento para que los ciudadanos que han sido víctimas de los robos reconozcan sus pertenencias y vengan a recuperarlas», ha explicado Toni Montalvo, portavoz de la Guardia Civil. «Es un toxicómano con muchos antecedentes que reside en Inca y que ya ha estado en prisión con anterioridad».

Víctima

El 31 de diciembre, a las 00.08, Antonia Canyellas estaba celebrando la Nochevieja con su marido, Rafel Moyà, su hijo y su nuera, en una zona de barbacoa que tiene apartada de su casa en Santa Maria. «Me llamaron de Trablisa para preguntarme si estaba en mi domicilio porque había un individuo dentro con una linterna».

El hijo de la mujer se dirigió enseguida a la vivienda y sorprendió a un hombre que llevaba una bolsa con todo tipo de objetos. «La mujer de mi hijo salió para ayudarlo, pero el sospechoso les amenazó con una piedra y le dejaron marchar». El delincuente se llevó cuatro relojes, un juego de pendientes y anillos y un pendiente suelto.

«Yo no me lo creía, pensé que se habían equivocado». El sospechoso forzó una persiana mallorquina y rompió una cristalera para acceder al interior del domicilio. «Yo no lo vi, solo sé que llevaba una cazadora beige y escuché que decía que no había robado nada».