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AGENCIAS-MOSCÚ
El equipo de investigación de la doble catástrofe aérea que causó 89 muertos el martes por la noche en Rusia aún no ha hallado pruebas de posibles ataques terroristas, aunque la Fiscalía no descarta la versión de un atentado. «Hasta el momento no se han hallado indicios de comisión de atentados terroristas a bordo de los aviones Tu-134 y Tu-154», dijo el portavoz adjunto del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB), Nikolái Zajárov.

Aún así, la instrucción sigue investigando una posible pista terrorista, según anunció el fiscal general, Vladímir Ustinov. «Se ha abierto un expediente y se estudian varias hipótesis, incluidas las de terrorismo, fallo técnico y 'factor humano'», dijo Ustinov en una reunión mantenida junto a los titulares de Seguridad, Interior, Situaciones de Emergencia y Transporte.

En un comienzo, fuentes próximas a la investigación dijeron que el avión que viajaba al balneario de Sochi, en el mar Negro, había emitido una señal de alarma por secuestro, pero más tarde precisaron que la señal fue de SOS, que puede incluir tanto un aviso de secuestro como de problemas técnicos a bordo.

Hacia el mediodía de ayer, la búsqueda de sustancias explosivas había dado resultados negativos, pero los artificieros seguían trabajando in situ. A la vez, los servicios de seguridad estudian minuciosamente las listas de pasajeros de los dos aviones siniestrados en busca de sospechosos.

El avión Tupolev-154, de la compañía aérea Sibir, cubría la ruta entre Moscú y el balneario de Sochi y había partido del aeropuerto de Domodedovo (Moscú) a las 22:35 horas locales. A las 23:00 horas, la nave desapareció de los radares y se estrelló a 138 kilómetros de Rostov del Don con 38 pasajeros y 8 tripulantes.

La otra nave de pasajeros, el Tupolev-134, cubría la ruta Moscú-Volgogrado y también había despegado en Domodedovo, sobre las 22:00, hora local. Una hora después, el aparato desapareció cuando volaba sobre la localidad de Buchalki. Llevaba a bordo a 34 pasajeros y 8 tripulantes.