Un policía local de Palma cuenta en primera persona su experiencia. | Alejandro Sepúlveda

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Un veterano agente de la Unitat de Seguretat Integral (USEI) de la Policía Local de Palma, fue uno de los policías que llegó a la zona cero del derrumbe. El panorama que se encontró fue desgarrador. Ahora, pasados unos días, realiza un emotivo relato de lo sucedido. Se trata de un texto muy personal donde destaca por encima de todo, la unión de todos los cuerpos de emergencia y nos muestra el lado más humano de la intervención.

Oímos que la emisora del 092 indicada que se acababa de producir un derrumbe en la Playa de Palma y, sin pensarlo dos veces , informamos a la emisora del 092 que nos dirigíamos allí, de urgencia. Una vez en el lugar las primeras imágenes que observamos fueron las de varias personas , heridas y gritando, e innumerables curiosos deambulando por el lugar; a la vez observamos a un agente del GAP y a otro Distrito Playa realizando maniobras RCP a una persona de raza negra, junto a diversos sanitarios y socorristas. Todo era caos, pero a la vez los servicios de emergencia, que iban llegando, sabían lo que debían de hacer en todo momento.

Comenzaron a llegar otros policías locales, de todos los distritos y secciones y agentes del CNP: unos acordonaron rápidamente la zona, otros se colocaron estratégicamente en puntos de interés para permitir acceso de bomberos y ambulancias , otros comenzaron a atender a diferentes heridos (que habían salido del escenario por sus propios pies) , etc. Mientras tanto los policías de la base del 092 recibían información y gestionaban, de forma eficaz, las multitudes demandas y requerimientos que recibían por parte de los allí intervinientes, que eran cientos, urgentes y seguidas. !Un caos!

Al poco tiempo llegó la primera dotación de bomberos, que comenzó su tarea de la evaluación del riesgo , así como su coordinación con el resto de unidades que se desplazaban desde el parque de Playa y desde Palma. Así las cosas, los policías más veteranos, decidimos buscar una ruta alternativa de evacuación , al tomar consciencia de que era imposible excarcelar, a las numerosas personas heridas, desde la primera línea de playa. Conseguimos localizar y hablar con un fontanero que , momentos antes, había estado realizando unas tareas en los sótanos del edificio y nos explicó la distribución del local subterráneo, cosa que facilitó la búsqueda de ese acceso alternativo.

A través de un local contiguo al "Medusa Beach", accedimos a la parte posterior de la parcela y, saltando una pared de unos 3 metros de altura, conseguimos acceder al sótano ubicado bajo el local por la parte trasera del edificio. Una vez dentro del local comenzamos a valorar la situación, informando al resto de servicios de emergencia actuantes, a través de la emisora, de la entidad del accidente, estado de las personas heridas y necesidades más importantes. Dentro del sótano eran todo gritos , lloros y nerviosismo por parte de las personas que se encontraban a salvo y las que estaban vivas bajo los escombros.

En una zona segura se encontraban dos jóvenes turistas, en estado de shock, sangrando, llorando y sin quererse moverse de allí, pese a sus evidente lesiones, debido a que tenían conocidos bajo los escombros: primaba su preocupación y empatía con terceros , que su propia salud. En brazos , al no poder caminar, los agentes sacaron del sótano a las jóvenes ensangrentadas, haciéndoles entender de la peligrosidad de la situación si se quedaban allí , por el riesgo de otro derrumbe. Tras evacuar a las dos primeras heridas y ponerlas a salvo , en la zona exterior trasera, los agentes ( mientras los bomberos trabajaban desde el exterior y sobre los escombros) se arrodillaron y comenzaron a hablar, en inglés, con tres turistas que estaban heridos, -pero totalmente conscientes- que se encontraban atrapados junto a una barrera de metal.

Conseguimos, pese al caos, hacerles entender que estaban en buenas manos y que, pronto, saldrían de su situación, detectando que su mayor preocupación, nerviosismo y estado de ansiedad era debido a que pensaban que si movíamos la barrera, o algún otro elemento, les podía caer todo el peso de los escombros en sus cabezas: !sus caras eran de pánico! Los agentes, en modo alguno, intentaron ni tan siquiera se les pasó por la cabeza sacarlos de allí , sin la presencia de los bomberos, limitándonos únicamente a hablar y a acariciar los brazos de los heridos, para sacarlos de su estado de shock.

Estuvimos hablando , a oscuras, con los jóvenes, averiguando que de los tres el que lloraba, desconsoladamente, lo hacía al desconocer dónde y cómo estaban su novia, sin llegar a saber , por nuestra parte , si una de las dos turistas fallecidas era o no la compañera de aquel joven que sufría mucho más por no saber nada de su compañera que por sus evidentes lesiones y el hecho de estar atrapado bajo los escombros.

Paralelamente, otros agentes del GAP, USEI, UIIs, playa, motoristas, coches de accidentes, personal de emisora, unidad nocturna...(es decir de TODA la plantilla disponible) realizaban innumerables y necesarias tareas, como: echar abajo la pared medianera posterior ( con la ayuda de un bombero y un mazo) que los agentes, antes de llegar al sótano, habían escalado, para así tener expedita una vía de escape para evacuar a heridos. Forzar la puerta del acceso al solar trasero ( con material de los UII) para poder colocar allí el punto de asistencia sanitaria y de valoración de heridos, por parte del personal sanitario. Dejar expedita la vía de evacuación , etc.

Era evidente que por la parte delantera trabajaban, incansablemente los bomberos, si bien, a través del acceso posterior, se iban sumando al lugar numerosos efectivos del Cuerpo Nacional de Policía , con quienes se estuvo trabajando de forma coordinada, en todo momento, sin importar el color del uniforme. Poco a poco, fueron llegando al sótano bomberos, con algún mando y personal sanitario , con una doctora del 061 al frente, que daba las instrucciones al resto de sanitarios . En ese instante todos los policías allí congregados (locales y nacionales) nos pusimos a su disposición, trabajando (TODOS los equipos de emergencias) de forma coordinada, sin necesidad de que nadie diera órdenes toda vez que, cada interviniente, sabía, perfectamente , qué debía hacer y cuáles eran sus funciones en todo momento. Los policías locales y nacionales, comenzamos a hacer una cadena humana, para ir sacando escombros y para ir evacuando a las personas heridas, a media que iban siendo liberadas, de los escombros, por los bomberos y tras ser valoradas por la doctora.

Posiblemente, en la zona 0, se llegaron a congregar más de 30 funcionarios, de todos los servicios de emergencia, y en el exterior unos 50 más, que perimetraron la zona, activaron psicólogos, montaron carpas, comenzaron con las identificaciones, inspecciones oculares, asistieron a los heridos, facilitaron los primeros auxilios médicos y psicológicos, etc.pero TODOS éramos UNO.

Tras más de una hora y media, en el sótano y tras haber evacuado y puesto a salvo a más de 10 turistas, llegó al sótano el Jefe de Bomberos de Palma y , desde entonces, de forma autoritaria , se hizo cargo de la coordinación del rescate y prohibió que allí hubiera personal policial, ya que los recursos de bomberos que, en ese momento si estaban en el interior del sótano, ya eran suficientes para evacuar a las personas que allí seguían atrapadas (tres personas fallecidas y una herida).

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Al salir del sótano todos nosotros percibimos, intensamente, la gran coordinación y trabajo en equipo que se había dado en el exterior y pudimos comprobar la cantidad de medios y recursos materiales y humanos que se habían movilizado para cubrir la emergencias/tragedia. Posteriormente, antes de las dos horas, llegaron al lugar los jefes de ambas policías, autoridades municipales y autonómicas, Juez de Guardia, además de decenas de periodistas de medios locales, autonómicos, nacionales e internacionales que se interesaron por la tragedia.

La actuación inicial de los oficiales de la UII y de los GAP, (así como la posterior de otros oficiales que se personaron en el lugar) fue de suma importancia para coordinar todas las tareas que se iban desarrollando. También fue importante la posterior intervención de los subinspectores de la Policía de Palma que acudieron al lugar o la de todos los mandos del CNP que estuvieron participando en el operativo de rescate.

Mi sensación final, pese al gran dolor emocional padecido, fue que TODOS los intervinientes hicieron/hicimos nuestro trabajo con gran profesionalidad y de forma eficiente, dando lo mejor de cada uno de nosotros en todo momento, pese a algún momento de tensión, alargando ( todos los que llegamos en primer lugar) nuestro turno de trabajo, hasta altas horas de la madrugada, por la magnitud de la tragedia, sin haber ni tan siquiera mirado el reloj en ningún momento ni avisado a nuestros familiares de ello.

Fueron horas trabajando, codo a codo, con decenas de personas comprometidas con su trabajo, gestionando el caos, colaborando, ayudando y dando lo mejor de cada uno de nosotros para dar el óptimo servicio público que merece la ciudadanía a la que nos debemos y servimos. Se pudieron rescatar a 16 personas heridas y recuperar los cuerpos de cuatro personas fallecidas, por ello, días como el jueves tomas más conciencia que nunca de lo vulnerables que somos y de la impermanencia de la vida. Días así, como el jueves, es cuando valoras en su justa medida, la profesionalidad y vocación de servicio de todo el personal de emergencias que trabaja en cualquier catástrofe.

Siento , desde el jueves, más admiración y reconocimiento que nunca hacia el personal sanitario, hacia los bomberos de Palma, los funcionarios del CNP y, como no, hacia la Policía Local de Palma a la que amo y pertenezco desde hace más de tres décadas, por su vocación de servicio público. El mismo respeto y consideración la tengo a todos los servicios de emergencias y FAS de nuestro país.

Quienes hemos tenido la suerte , o desgracia, de estar en lo más profundo del derrumbe estuvimos funcionando en "equipo", dando lo mejor de nosotros, a toda velocidad, para intentar salvar el mayor número de vidas posible mientras otros compañeros, cuya labor fue de vital importancia, coordinaban, perimetraban, regulaban tráfico, se preocupaban de amigos y familiares, etc, etc.

Echamos a faltar a los compañeros de la fabulosa Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Palma, trabajo hubo para todos, pero alguien pensó, equivocadamente, que no eran necesarios, grave error, puedo asegurar que hubieran realizado una gran tarea si les hubieran permitido colaborar con los profesionales que allí estuvimos trabajando.

Durante esas interminables horas TODOS éramos una UNIDAD, sin importar el color de los uniformes ni nuestras profesiones. Las imágenes, los gritos, el caos , los silencios...retumban todavía en mi cabeza, pero gracias a ello es cuando valoro más que nunca, la profesionalidad de los servicios de emergencias que tenemos a nuestro servicio los ciudadanos de Palma y quienes nos visitan.

De todos los profesionales que estuvimos allí no hubo héroes, es nuestro trabajo y nos pagan por ello, no hubo personas más o menos importantes, todos fuimos un eslabón de la cadena del operativo de rescate y todos fuimos importantes y necesarios, los héroes , los verdaderos héroes fueron los heridos que aguantaron dos horas bajo los escombros , los verdaderos protagonistas fueron el fontanero anónimo, los comerciantes de la zona, los vecinos y personas que de forma altruista ayudaron en pequeños y a la vez importantes detalles, como dejar espacios, sillas, facilitar agua a los heridos y servicios de emergencia, o acompañar y consolar a heridos, amigos y conocidos de las víctimas mortales; ellos , las personas anónimas, si que fueron héroes, los profesionales únicamente intentamos hacer nuestro trabajo, de la mejor forma posible, en una situación bastante complicada para todos.

Tras dos días de ordenar ideas y gestionar emociones puedo decir que estoy muy orgulloso del 061, Bombers de Palma, CNP, Policía Local de Palma, 112, Emergencias Govern, etc. El jueves todos éramos UNO , con un objetivo común , salvar el mayor número de vidas y atender a los heridos lo antes posible.

Un policía local de Palma, orgulloso de servir a la ciudadanía.

A quienes fallecieron D.E.P, prometo que todos los servicios de emergencias intentamos todo lo que estaba en nuestras manos para evitar tan triste desenlace, más no pudimos hacer.