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EMILIO OLIVA Los Reyes de España presidieron ayer en Roma los funerales de la infanta Beatriz de Borbón y Battemberg, fallecida el pasado viernes, con quien se extingue la generación de los seis hijos de Alfonso XIII. Con los Reyes, viajaron a la capital de Italia sus hijos el príncipe de Asturias y la infanta Cristina, así como la hermana menor de don Juan Carlos, la infanta Margarita, y su esposo, Carlos Zurita, y el infante don Carlos y su esposa, Ana de Francia.

Las exequias de doña Beatriz, fallecida a los 93 años, reunieron en la Iglesia Nacional Española de Santiago y de Monserrat a representantes de la realeza y la nobleza europea, principalmente de España y de Italia. La elección de esta recoleta iglesia del siglo XVI situada en pleno centro histórico de Roma obedeció a que en ella reposaron durante 39 años los restos del rey Alfonso XIII, desde su muerte en 1941 hasta su traslado en 1980 al Panteón de Reyes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

También en la capilla de San Diego, a la que doña Beatriz acudía con frecuencia a visitar la tumba de su padre, se encuentran enterrados los dos papas Borja, los valencianos Calixto III y Alejandro VI. En la primera línea de los bancos, próximos a la Familia Real, se encontraban los hijos de doña Beatriz, Sandra, Marco y Olimpia Torlonia de Borbón, y tras ellos algunos de sus nietos, encabezados por el mayor de ellos, Alessandro Lecquio Torlonia.

El cardenal Martínez Somalo recordó la «nostalgia de la patria que corría por las venas» de doña Beatriz y agradeció la «entrañable y significativa» presencia de los Reyes en estas exequias. El prelado afirmó que doña Beatriz siempre creyó que «Dios traza el camino histórico de las personas y los pueblos»,y expresó constantemente su convicción de que Dios «nunca» le había fallado.