El Gobierno había dado un plazo de 24 horas a los ilegales para abandonar su encierro.

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EFE-CALAIS La evacuación de la iglesia de San Pedro y San Pablo de Calais se llevó a cabo sin incidentes la pasada madrugada, según fuentes de la policía francesa. Los inmigrantes fueron conducidos en cuatro autobuses a varias comisarías de policía y otros centros. El grupo de indocumentados se encerró en la iglesia de Calais el pasado sábado para pedir que se les permitiera viajar al Reino Unido. El desalojo se llevó a cabo tras expirar el plazo de 24 horas que las autoridades francesas dieron el martes a los ocupantes de la ermita de Saint Pierre et Saint Paul.

El abad Jean-Pierre Boutoille, quien participó en las conversaciones con los inmigrantes ilegales, aseguró el miércoles por la noche que los iraquíes estaban dispuestos a salir «porque habían comprendido que no serían expulsados de Francia». Los afganos, por su parte, temían ser enviados por la fuerza a su país tras el acuerdo firmado recientemente por Francia, Afganistán y la Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUC), añadió el religioso.

Un representante de ACNUR intentó explicar a los afganos que ese acuerdo se firmó en base al «regreso voluntario» de los inmigrantes, a quienes se les da una ayuda financiera de 2.000 euros si se acogen al mismo antes del primero de marzo del año 2003. Los indocumentados no querían pedir asilo en Francia alegando que prefieren ir a Gran Bretaña, donde creen que es más fácil y rápido obtener asilo. Asimismo, muchos de los inmigrantes afirman tener familiares en el Reino Unido y se niegan a creer que ese país ha endurecido las leyes sobre inmigración.

Finalmente, setenta y seis de los 99 inmigrantes han pedido asilo político en Francia. Otros trece optaron por pedir ser alojados con carácter urgente, lo que les da un plazo de cinco días para reflexionar y decidir si se acogen a las garantías dadas por el Gobierno francés de que no serán expulsados a su país si piden asilo político. Seis rechazaron todas las propuestas de las autoridades francesas, por lo que recibieron una invitación a abandonar el país y quedaron en libertad, mientras que dos menores fueron puestos en libertad por orden judicial.