El presidente del Consell, Llorenç Galmés, ha visitado este martes las obras. | Juanjo Roig

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Las obras de ejecución de la rotonda situada a la entrada de Alaró por la carretera de Consell han comenzado y tienen como objetivo acabar con uno de los puntos negros de la red viaria mallorquina. El presidente del Consell, Llorenç Galmés, ha visitado este martes los trabajos que han arrancado esta semana junto al alcalde Llorenç Perelló y el conseller de Mobilitat, Fernando Rubio.

Con un presupuesto de 660.000 euros, la rotonda solucionará los problemas de visibilidad y seguridad que actualmente padece. La intersección reducirá la peligrosidad y permitirá unir la propia carretera con los caminos de Orient y el de Son Penyaflor en un tramo donde también confluirá la entrada de una empresa de materiales de construcción y el vial cívico que se quiere construir hasta la entrada del pueblo.

La rotonda es una reclamación de los vecinos del municipio. El alcalde de Alaró, Llorenç Perelló, ha manifestado en la visita de obras que «por fin esta obra empieza a tener cara y ojos. Hasta ahora habíamos vivido un periodo de muchos anuncios porque la rotonda se tenía que comenzar a construir a principios de 2019, pero es ahora cuando realmente comienzan los trabajos». Perelló resalta que la rotonda «contribuirá a mejorar la seguridad vial, además en intersecciones y caminos que están muy poblados porque hay mucha gente empadronada en la zona y el tráfico es elevado».

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Por su parte, Llorenç Galmés ha subrayado «la necesidad urgente de eliminar un punto negro de nuestra red viaria. Es una muestra de la tarea que queremos desempeñar en el Consell de Mallorca, porque con la vida de las personas no se puede jugar». Galmés hizo referencia además al «vial cívico que unirá esta rotonda con el pueblo de Alaró para que los ciudadanos puedan pasear con tranquilidad y sin peligro». La adjudicación de este proyecto quedó desierta y «ahora estamos reformulando el estado de precios para que pueda ser una realidad lo antes posible», ha concluido Llorenç Galmés.

El equipo técnico encargado de la construcción de la obra ha explicado a los representantes políticos que tendrá un diámetro de 28 metros, con el objetivo de respetar las casas situadas alrededor y también el trazado del tren. Además de la rotonda, se trabajará en un tramo que conecta con el camino de Son Penyaflor donde se mejorará la visibilidad. Para llevar a cabo el proyecto se han expropiado 1.400 metros cuadrados de terreno. Las obras las realiza la constructora MAB y el plazo de ejecución es de seis meses.