Un buen grupo de personas respondió a la llamada de ayuda realizada por las redes para mover el barco. | M. À. Cañellas

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El velero de Perales se llamaba libertad. El que desde el pasado domingo se encuentra varado en la playa de Son Matías, en Palmanova, se conocerá de otra forma, porque este martes vio cortadas las alas cuando estaba a punto de ponerse a navegar. Hasta siete dotaciones de Policía Local y Guardia Civil comparecieron a media tarde sobre la arena para impedir la embarcación fuera remolcada mar adentro. Los propietarios del velero, que acabó varando en la playa a causa del fuerte temporal que castigó el municipio de Calvià días atrás, trataron de movilizar amigos y conocidos a través de las redes sociales para ahorrarse las docenas de miles de euros que supone un rescate de este tipo. Fueron muchos los ciudadanos que acudieron a la cita, programada para las cinco de la tarde, dispuestos a arremangarse y empujar con fuerza el velero. De hecho, llegaron a poner la proa en posición de salida, mientras un ‘llaut’ comenzaba las tareas de rescate.

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Pero la inesperada aparición de los agentes de Policía y de la Benemérita dio al traste con esas tareas, mientras alimentaba el entretenimiento para los bañistas, sorprendidos con una escena que se prolongó durante horas. Desde Protección Civil ya habían advertido que este tipo de rescates de embarcaciones varadas o encalladas no se pueden llevar a cabo por métodos tan rudimentarios debido a cuestiones de seguridad. Al contrario, se tiene que encargar una empresa autorizada que, eso sí, dispara el precio para los propietarios afectados.

La tarde de este martes tuvo acción, emoción, tensión, risas y alguna lágrima final.

Al cierre de esta edición, el velero seguía por tanto en el mismo punto de la playa de Son Matías, donde ya durante meses estuvo varado otro barco de similares características. La complejidad burocrática de una maniobra de estas características dificulta la posibilidad de retirar las embarcaciones, y deja también al Ayuntamiento atado de pies y manos a la hora de proceder por su cuenta a un rescate. En caso de que no se produzca la retirada, el consistorio puede optar por hacerlo a cuenta de las arcas municipales y repercutir después el coste en los propietarios del velero. Sin embargo, se trata de un último recurso que tendría un coste añadido para el dueño de la embarcación varada en la playa de Son Matías.