La empresa municipal remarca que el cumplimiento de los aforos es responsabilidad de cada conductor y también del Servicio de Ayuda a la Explotación. | Redacción Digital

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Una usuaria de la línea 35 de la EMT denuncia la aglomeración que se ha producido este miércoles por la mañana cuando ella viajaba en el autobús pasadas las 8, pese a que el aforo de estos vehículos está limitado al 30 %, tanto en personas sentadas como de pie, por la extrema gravedad de la situación sanitaria. "La gente casi se ha amotinado y muchos le rogaban al conductor que por favor no se parará más", explica está pasajera.

Los aforos no se están respetando en todas las líneas y eso preocupa a muchos usuarios del transporte público, que reclaman al Ayuntamiento mayor control.

Desde la empresa municipal se explica que el cumplimiento de estos aforos es responsabilidad de cada conductor y también del Servicio de Ayuda a la Explotación (SAE). Se recuerda, asimismo, que "el servicio se ha reforzado en un 15 % y se ha dotado de buses de más capacidad, especialmente en las líneas con más afluencia de gente y en horas con más usuarios (sobre todo por la mañana y mediodía)". Por último se indica que "hay buses que están en reserva y que se pueden incoporar a la red en caso de que se detecte una mayor afluencia de usuarios".

Precisamente los sindicatos denuncian que este refuerzo no es suficiente y que cada día se quedan en las cocheras de la EMT entre 20 y 30 vehículos que podrían salir a la calle a reforzar aún más el servicio, "algo que no se está haciendo porque supone dinero y dicen que tenemos mucho déficit. Al final están priorizando la economía en detrimento de la salud de los pasajeros", critica el delegado sindical de USO, Juan Antonio Salamanca.

Además de haber autobuses disponibles, el sindicalista explica que de la bolsa de 140 conductores que tiene la empresa "hasta ahora solo han llamado a cuatro para trabajar y ahora sería un buen momento para hacerlo".

Recuerda que tanto el Comité de Salud Laboral como el Comité de Empresa han reclamado por activa y por pasiva a la empresa, incluso con escritos, que precinte los asientos que no pueden ser utilizados por las medidas anti COVID, "y no lo quieren hacer".

Por eso reprocha que se ponga en manos del conductor la responsabilidad de cumplir este aforo. "Si el conductor para en cada parada los de dentro se le echan encima y si no lo hace y solo deja bajar son los que quieren subir los que se indignan y aporrean la puerta. Y si abre para que entren dos personas al final entran diez, porque no quieren esperar otros 20 o 30 minutos, y es muy difícil que el conductor pueda impedir eso".

Por eso, explica Salamanca, deberían ser los inspectores los que hicieran esta labor de control e información en las principales paradas. Asevera que "ahora mismo no hay ningún inspector en la calle incluso a algunos los están utilizando para labores administrativas".

Añade que "también se podría poner a conductores realizando esta labor de información durante estos días", pues además de los que están en plantilla insiste en hay una bolsa de 140 personas.