El secretario de Relaciones con los Medios del PSOE, Alfredo Pérez
Rubalcaba, señaló ayer al presidente del Gobierno, José María
Aznar, como «el responsable político del asunto de las 'stock
options' de Telefónica» y por ello, dijo, «no puede desmarcarse con
un quiebro desde La Habana». Pérez Rubalcaba criticó así las
declaraciones efectuadas el sábado por Aznar desde Tegucigalpa, en
las que advertía al presidente de Telefónica, Juan Villalonga, de
la conveniencia de no mezclar la política con las opciones sobre
las acciones de los directivos de la compañía.
A juicio del secretario de Comunicación de los socialistas, la
polémica sobre este asunto «se está desenfocando porque es cierto
que hay que regular sobre ello, pero el problema real son los
pelotazos del señor Villalonga, que aprovechando una situación de
monopolio de la compañía, se va a llevar varios miles de millones
al bolsillo, ese es el escándalo».
«En última instancia, el problema es que la codicia del señor
Villalonga no puede perjudicar a excelentes directivos que en
empresas españolas, de forma legal, moderada y ponderada, tienen
este tipo de opciones y lo que debe hacer el señor Aznar es decirle
al señor Villalonga que renuncie», reclamó Alfredo Pérez
Rubalcaba.
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, afirmó ayer
que el PSOE intenta «demonizar» a Telefónica y a su presidente,
Juan Villalonga, con el asunto de las opciones sobre acciones y
acusó a los socialistas de buscar «desesperadamente» el escándalo
para dar una sensación de corrupción generalizada.
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