Córdoba a Alcaraz: «A mí 4.000 euros me vendrían fantástico y estaría bien».

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Tres meses y medio después de que se desatara la mayor crisis institucional de la historia del Consell de Formentera, Periódico de Ibiza y Formentera ha obtenido las pruebas que demuestran que el presidente Llorenç Córdoba intentó chantajear al Govern balear para conseguir un sobresueldo y superar las dificultades económicas por las que está pasando. Unas grabaciones que obran en poder de este rotativo y que corroboran las informaciones que día tras día ha publicado Periódico de Ibiza y Formentera a lo largo de las últimas semanas.

El primer episodio de este culebrón arranca el pasado 4 de noviembre, cuando el presidente del Consell de Formentera cita en su despacho al entonces vicepresidente tercero de la institución insular y, a su vez, presidente del PP de Formentera, José Manuel Alcaraz. Córdoba le explica que su sueldo de diputado en el Parlament balear es de 18.000 euros netos al año y que está teniendo dificultades para cobrar las dietas por alojamiento y traslados en taxi hasta la Cámara balear. «En taxis tengo un límite mensual de 150 euros y cada día que voy (a Palma) tengo que coger dos taxis de ida y dos de vuelta», es decir, uno que lo lleve desde el puerto de Ibiza al aeropuerto de es Codolar y otro desde el aeropuerto de Palma al Parlament balear. Unos trayectos que según sus cálculos son de alrededor de 20 euros cada uno, por lo que el segundo día ya tendría que poner 10 euros de su bolsillo ya que habría realizado ocho trayectos que supondrían 160 euros.

Además, Córdoba asegura que el Parlament le pone trabas para pagarle el hotel si viaja el día antes del pleno. El presidente formenterés le dice a Alcaraz que en los pocos meses de legislatura «llevo casi 5.000 euros gastados y no me han pagado ni un céntimo». Y añade que «no tengo colchón económico».

En un principio, Alcaraz se muestra dispuesto a ayudar a Córdoba con el dinero que el Parlament asigna a Sa Unió a través del Grupo Mixto. Unos fondos que según el pacto firmado por los dos miembros de la coalición se deberían repartir en un 60 % para el PP de Formentera y el 40 % restante para Compromís. «Si a ti te tenemos que dar algo para tus gastos antes de la repartición 60/40, no habría ningún problema. ¿Te vendrían bien 300 euros?», le pregunta inocentemente Alcaraz. «El tema es que no llego», contesta Córdoba rechazando la cifra que le ofrece Alcaraz. «Yo os quiero pasar este dinero del Parlament a vosotros y lo otro tiene que venir por otro lado, no es un problema vuestro. Se puede mirar de hablar con el PP o con el Govern», propone el presidente del Consell de Formentera.

En un momento de la conversación, Córdoba señala que «no llego a todo y hago lo que puedo» tras explicarle el trabajo que supone compaginar las áreas que gestiona en el Consell de Formentera con su papel de diputado en el Parlament. El presidente insular confiesa a Alcaraz que tiene «un problema económico muy grave y si no lo soluciono no puedo trabajar de lo otro».

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Formentera tiene un precio

«Yo creo que se tendría que hacer cargo, de una manera u otra, el Govern balear como gastos de representación o sea como sea». Córdoba se refiere al pago de un sobresueldo, evidentemente. «Yo no quiero hacerme rico, pero el estrés económico que llevo es muy grande. Y con todo lo que hemos aportado nosotros y lo que hemos conseguido... Yo no quiero dar lástima pero los ahorros que tenía me los he cargado porque tenía que compensar lo del negocio, que ha estado a punto de cerrar, y yo no le he costado nada a Sa Unió. Lo digo porque el Govern tiene unos fondos reservados...», comenta Córdoba. «¿Qué fondos reservados tiene el Govern? La primera noticia que tengo», le interrumpe Alcaraz, sorprendido.

Córdoba le continúa explicando a Alcaraz que se tiene que hacer valer el peso de Formentera en el Parlament. «Formentera tiene un precio a nivel de isla. No es un precio que sea un sabotaje, pero vamos a vivir dignamente. Ahora que tenemos esto, si se puede compensar un poco, pues estaría muy bien. Haces cuentas y dices: ‘Hombre, 4.000 euros me vendrían fantástico y estaría bien’».

Córdoba insiste a Alcaraz que no quiere «aprovecharme de nadie ni hacerme rico, pero estoy en la situación en la que estoy. No quiero pedir 10.000 euros ni que me compren un piso. Quiero compensar gastos de la forma más correctamente posible». Y se pregunta: «Si se le está pagando a un chivato o a un moro para que dé información a Interior, ¿no se le va a pagar a un diputado que está apoyando a la presidenta?».

Al final de la reunión, Córdoba decide que le planteará al vicepresidente del Govern, Toni Costa, su petición de sobresueldo. «Sa Unió no tiene que sufrir el esfuerzo que hemos hecho este tiempo para ganar. Nadie mejor que tú (habla de Toni Costa) sabe las opciones que hay. Míralas para que nos salga a todos bien. Que no quiero sobornar a nadie ni chantajear a nadie», concluye Córdoba.

Y Alcaraz le avisa que Toni Costa «lo tendrá que consultar con la presidenta».