El musical Peter Pan ofreció ayer su última función en Palma.

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Muchos han sido los niños que durante este puente de la Inmaculada han podido acudir a disfrutar del espectáculo en el circo o de un gran musical como es el de Peter Pan. Una obra que se ha interpretado durante tres días en el Auditorium de Palma con un lleno increíble de público, en su mayoría infantil, pero donde los mayores también pudieron disfrutar de este musical familiar. Introduciéndonos en el País de Nunca Jamás, más de 20 actores, bailarines y acróbatas interpretan a cada uno de los populares personajes del cuento infantil, que durante dos horas hacen soñar al público que se arranca en varias ocasiones con aplausos.

Rostros de niños y niñas reflejan las emociones y alegrías de una magistral obra. Wendy es la mayor de tres hermanos de una acomodada familia londinense. Peter Pan, que aparece colándose por la ventana, invita a los pequeños a disfrutar con la magia de Campanilla y viajar hasta el País de nunca jamás. Eso sí, un país donde los niños no crecen y siempre son niños, aunque hay que evitar al malvado y único villano capitán Garfio.

La de ayer, fue la última función, de tres exitosos días donde el musical de Peter Pan ha tenido una magnífica acogida en Palma. Pero además pudimos, como si fuesemos el propio Peter Pan, colarnos en los camerinos y observar la intensidad de cómo se preparan los actores y actrices momentos antes de comenzar la función. Dándose los últimos retoques de maquillaje estaba Juan Dávila que, junto a Roberto Saiz, se turna el papel de Peter Pan. En los pasillos, varios acróbatas realizando ejercicios y estiramientos de calentamiento y actrices ultimando los detalles de preciosos vestidos.

Julián Aguirre