El J&B Nightology Boat se estrenó la noche del miércoles no con
un baño de multitudes, sino de agua. La lluvia caída durante la
mañana del miércoles no parecía pronosticar lo que pasaría después.
La noche se presentaba animada, a las 23:00 horas los numerosos
afortunados que consiguieron entradas para pasar la noche en el
barco-discoteca aguardaban nerviosos frente a los autobuses
aparcados frente el Auditòrium. Gente de todo tipo y estilo, chicos
y chicas expectantes por hacer algo distinto y con muchas ganas de
pasarlo bien.
Poco más tarde de las 23:30 los autobuses comenzaron su andadura
hacia el puerto repletos de jóvenes curiosos que no dejaban de
mirar por la ventana buscando el famoso barco. El viaje fue breve y
en diez minutos la silueta del carguero Antares apareció rodeada de
luces de neón y numerosos performances que daban la bienvenida a
los visitantes. El barco, que debía medir más de 100 metros de
eslora, estaba perfectamente acondicionado para la ocasión; tres
empinadas pasarelas obligaban a todos los presentes a subir
ayudados por la barandilla, eso sí, acompañados de una performance
que siguiendo a los visitantes, sujetaba elegantemente un
parasol.
Una vez en la cubierta del barco la vista era más que
espectacular, la bahía de Palma se convirtió en el escenario de la
buena música de los Dope Brothers con su espectáculo «Bongo
Lounge», acompañado de un grupo de bailarines que amenizaban el
show. Tras dar la vuelta de rigor por la cubierta, todos los
presentes no tardaron en agolparse en las tres barras para degustar
los famosos cócteles creados por Ferran Adrià e identificados por
la palabra «by», símbolo de la innovación y el vanguardismo que
caracterizan al afamado chef catalán.
Virginia Casado
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