Circular por la mayoría de las carreteras de la Serra sólo fue posible con cadenas.

TW
0

La peor ola de frío que sufre Mallorca en noviembre desde hace 30 años hizo que ayer numerosas zonas de la Isla amanecieran bajo un manto blanco. La nieve, que el día anterior había hecho acto de presencia por encima de los 800 metros de altura, se convirtió ayer de nuevo en la gran protagonista al aparecer, a primera hora de la tarde, por encima de los 400 metros de altitud.

Así, en municipios como Orient, Bunyola y Galilea, donde llovió bastante según el Instituto Meteorológico de Balears, la nieve llegó a cuajar haciendo las delicias de los que hasta allí pudieron llegar.

La Serra de Tramuntana apareció cubierta por una capa de nieve de 20 centímetros de espesor en distintos puntos situados a más de 600 metros de altura, mientras que en las cumbres de más de 1.300 metros de altura, Puig Major y Masanella, la nieve cuajada formó un manto de 40 centímetros de espesor. Las nieves registradas en la zona obligaron a la Guardia Civil a cortar el acceso a las cotas más altas e impedir la circulación entre el cruce de Lluc y el mirador de ses Barques.

Concretamente, según informaron fuentes de la Guardia Civil, el tráfico quedó cortado entre el kilómetro 20 y el kilómetro 44 de la carretera comarcal 710.

Por contra, y tras las labores de limpieza correspondiente, las fuerzas del orden abrieron al mediodía los tramos entre Lluc y Pollença, (situado en la carretera Andratx-Pollença), y entre Caimari y Lluc, que el día anterior habían permanecido cortados debido a la cantidad de nieve acumulada por el temporal, que arreció a media tarde.

A lo largo de la jornada se produjeron numerosos accidentes de tráfico producidos, especialmente, por la acumulación de hielo en las calzadas pero estos siniestros, según aseguraba el servicio de urgencias 112, no fueron importantes y no hubo que lamentar ninguna víctima ni herido de consideración.

Más problemática fue la situación de los más de 20 vehículos que, según la Guardia Civil, se quedaron atrapados en la carretera que une los embalses de la Serra. Habían acudido en búsqueda de la nieve y ésta les atrapó en la carretera. A última hora de la tarde de ayer las brigadas se esforzaban por liberar los vehículos, tarea que se complicó al no contar los coches atrapados con las cadenas específicas.

La nevada, aunque en este caso la que cayó sobre Barcelona, también ocasionó diversos problemas en el aeropuerto de Son Sant Joan. La ciudad Condal también amaneció cubierta de nieve y las pistas del aeropuerto de El Prat, heladas. Esta circunstancia provocó que los operarios tuvieran que limpiar las pistas y descongelar los aviones lo que, a su vez, favoreció el retraso de los vuelos que unen la Isla con Barcelona.