TW
0

En los primeros días de aquella primavera de 1959, una de las secretarias de Chaplin estuvo en Mallorca buscando alojamiento para el célebre actor. Encontró el lugar idóneo; el hotel Formentor. El 11 de julio llegó la familia Chaplin al completo "el actor, su joven esposa Oona O'Neill y sus seis hijos, a quienes acompañaban dos institutrices; miss Pillinge y mis Kenzie", no sin antes haber cubierto materialmente de cartas la administración del establecimiento dando toda clase de instrucciones y concretando los más nimios detalles "pidió un infiernillo y una marca especial de leche condensada" hasta recibir la carta que anunciaba la hora exacta en que pisarían tierra balear. Al posarse en Son Bonet el DC-6 que transportaba a la familia Chaplin, el público se apostó junto al camino de la aduana. Charlot y su esposa Oona O'Neill saludaron amablemente a todo el mundo. Se sucedieron los aplausos, la solicitud de autógrafos, preguntas y saludos. Allí estaba Planas Montanyà tomando fotos para la revista «Fotogramas». Charlot manifestó que le habían hablado maravillas de la isla y que venía dispuesto a realizar varias excursiones por la misma. Nuestro viejo Charlot aparecía excepcionalmente ágil, pletórico de vida y de energía. Se dirigía hacia las esplendidas luces de la costa balear pero al atardecer, cuando el coche negro que el hotel puso a su disposición era una sombra en la lejanía, no era difícil vislumbrar la silueta de un menudo hombrecillo de vacilante andar, con sombrero hongo en la cabeza y un bastoncillo girando entre sus dedos.