Sadam Husein, el pasado día 21 de diciembre durante un juicio contra él en Bagdad por genocidio.

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EFE-BAGDAD
El depuesto presidente iraquí, Sadam Husein, que está pendiente de ejecución, insta en una carta difundida ayer al pueblo iraquí, incluidas las fuerzas armadas y la resistencia, a permanecer unidos, ser tolerantes y evitar el odio hacia los demás.

Sadam envió este mensaje escrito un día después de que el tribunal de apelación ratificara la sentencia a muerte dictada contra él por ordenar la muerte de 148 chiíes de Duyail acusados de atentar contra Sadam en 1982. «Oh, pueblo iraquí, tienes que recordar que Dios el altísimo te ha elegido para ser un símbolo de tolerancia, coexistencia fraternal y amnistía, por lo tanto me dirijo a ti para que evites el odio y la malevolencia», dice la nota.

En la carta, el ex presidente asegura que si es ejecutado «me ofreceré a mí mismo como sacrificio». «Si el Clemente (Dios) quiere llevarse mi espíritu, éste ascenderá para vivir con los mártires», dice Sadam en el mensaje, difundido ayer por su equipo de defensa. Asimismo, el ex dictador se encomienda a Dios. «A pesar de las dificultades a las que hemos hecho frente antes de la revolución (1968) y después, Dios el todopoderoso, no quiso tomar la vida de Sadam Husein, si quiere tomar mi vida ahora, depende de él, porque él ha sido quien me ha traído a la vida y me ha protegido hasta ahora».