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La segunda etapa de Luis Aragonés en el banquillo del Real Mallorca puede llegar hoy a su última estación. Siete meses y 32 jornadas después, el técnico madrileño podría dirigir su último partido como entrenador del Real Mallorca. Salvo que El Sabio de Hortaleza rebaje de forma notable sus pretensiones económicas y acepte las condiciones de la entidad, que le ofrece cobrar lo mismo que ha percibido esta temporada, el estadio de Balaídos asistirá hoy al epílogo de Luis, a un final de Liga plácido después de varios meses de tormento.

A pesar de la nula trascendencia tangible de los puntos para el Mallorca -el Celta se juega la permanencia, aunque depende del resultado del Espanyol- Luis Aragonés querrá igualar su mejor serie ganadora y encadenar su quinta victoria consecutiva, una racha idéntica a la que finiquitó la temporada 2000-01 y en el segundo tercio de la presente campaña, tras ganar a Murcia, Real Sociedad, Betis, Villarreal y Valladolid. Esa marca le permitió pasar de las posiciones de descenso a la sexta plaza. La actual, dependiendo de los resultados, podría desembocar en una digna décima plaza.

Otra de las noticias que aparecen en el trasfondo del encuentro apunta a la cantidad de puntos y de victorias. Si el Mallorca gana, superará las 14 victorias que logró la pasada campaña, con Gregorio Manzano en el banquillo. Además, el triunfo le permitiría cerrar la temporada con 51 puntos, los mismos de la Liga 1999-00, con Fernando Vázquez como técnico, y sólo uno menos que la pasada campaña. Balaídos no es el mejor escenario para cerrar la Liga con una sonrisa. El Mallorca jamás ha logrado allí la victoria en un partido de Primera División y sus últimas experiencias en la Copa del Rey tampoco han desembocado en demasiadas alegrías. Los números isleños en Vigo apenas destacan tres empates por seis derrotas en sus nueve entregas en la nobleza. Ha marcado nueve goles, encajando 19.