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Los peores augurios se confirmaron. La segunda muestra del control antidopaje del delantero del Real Mallorca Fernando Correa confirmó ayer el resultado positivo por una sustancia encontrada en la orina del futbolista uruguayo conocida como «metabolitos de cocaína», tras el Uruguay-Venezuela (0-3) correspondiente a las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Alemania 2006 disputado el pasado 31 de marzo. La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) enviará esos resultados a la FIFA, que será la encargada de comunicar oficialmente la resolución, previsiblemente el próximo lunes, y disponer la sanción correspondiente, que oscilará entre los seis meses y dos años y una multa económica de 8.000 dólares. El caso de Fernando Correa, que ha sido suspendido cautelarmente, redujo a cenizas cualquier apunte deportivo. La cita que afrontará mañana el equipo isleño ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, que puede desembocar en la permanencia matemática en Primera División, ha desaparecido de la pasarela mediática ante el primer positivo que salpica directamente a un jugador del Real Mallorca en los 88 años de historia de la entidad. Aunque Correa es propiedad del Atlético de Madrid, club que lo cedió al Mallorca hasta el próximo 30 de junio, y el positivo se ha producido en un partido con la selección uruguaya, en la isla ha caído como una bomba y su caso monopolizó tertulias y titulares.

En la Ciudad Deportiva Antonio Asensio se respiró ayer una sensación de incredulidad. El positivo de Correa corrió como la pólvora en el interior del vestuario y la mayoría de sus inquilinos se enteraron mientras se cambiaban. El rostro de los jugadores y de Luis Aragonés, especialmente afectado, delataban el tamaño del tremendo golpe que ha supuesto esta noticia. A las once de la mañana, los futbolistas abandonaban la caseta para dirigirse al campo de entrenamiento. Las cámaras y los focos se preparaban para captar al protagonista. Pero Correa no apareció. El futbolista uruguayo, que oficialmente padece unas molestias musculares, permanece recluido en su domicilio de Palma y no contesta a las llamadas. Sus amigos más íntimos del vestuario no han podido contactar con él. Ni siquiera Luis Aragonés ha logrado hablar con un jugador que atraviesa el peor momento de su carrera. El propio entrenador desconocía si Correa acudiría hoy al entrenamiento previo al desplazamiento a Madrid.

La directiva del Real Mallorca rechazó pronunciarse sobre el supuesto positivo de Correa porque «no hemos recibido ninguna comunicación oficial sobre este hecho ni de la FIFA ni de las federaciones de Uruguay o España». El jefe de los servicios médicos de la entidad, el doctor Pericás, no podía esconder su sorpresa. Y es que en los controles analíticos que el club realiza cada dos meses nunca habían detectado irregularidades en los análisis hechos a ningún integrante de la plantilla, incluido el delantero charrúa. Tras el positivo, en la AUF se espera la comunicación oficial de la FIFA, para posteriormente presentar los descargos. Correa será suspendido cautelarmente, mientras se presentan los eventuales descargos y se define la sanción.