Samuel Etoo exhibe el trofeo que le acredita como mejor jugador africano de 2003. Foto: T.M.

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Samuel Etoo no pudo elegir mejor día para celebrar su fiesta. El camerunés festejó su elección como mejor futbolista africano con dos goles que le permiten al Real Mallorca divisar la luz de la permanencia después de varios meses entre tinieblas y mostrar, salvo hecatombe, su acreditación en la nobleza de la Liga durante al menos una temporada más. Etoo siempre aparece en los momentos claves, cuando los cracks deben marcar la diferencia. Ayer, con el Balón de Oro reposando en algún rincón del vestuario indígena, «Samu» protagonizó las mejores noticias del partido. Casi las únicas. En el ecuador del primer tiempo, convocó al 1-0 gracias a un buen pase de Marcos y a la complicidad del asistente, que no señaló fuera de juego.

Una hora después, con empate en el marcador, la grada tiritando y el Málaga buscando la sentencia, el camerunés rebañó un balón suelto en área pequeña para batir de nuevo a Arnau. La respuesta del público, «Etoo no te vayas, Etoo quédate», resume el tamaño de una nueva exhibición del Rey de Àfrica. (2-1) El Mallorca resolvió por fin de forma favorable uno de sus partidos terminales. La imagen demacrada de hace unas jornadas ha dado paso a un aspecto más saludable. Luis y los jugadores han rescatado al Mallorca del caos y el grupo balear enfila la recta definitiva con el ánimo recobrado.

Con el fútbol escondido en algún cajón de la caseta, el grupo balear tiró de sudor y sangre. El Mallorca sacó su fútbol físico, le dio ritmo al balón y encerró al Málaga en su área. Pereyra tenía mando en plaza y Etoo comenzaba a derramar algunas dotes de su inagotable talento. Antes de su exhibición, Campano buscó el gol del año con un disparo desde el centro del campo que se marchó fuera. La respuesta malacitana llegó en una pésima volea de Insúa. Andaba el partido en batallas sin municiones cuando Etoo alzó la voz. El camerunés recibió de Marcos en fuera de juego y cruzó ante Arnau. Hasta llegar al descanso, la única noticia digna de figurar en el cuaderno de bitácora fue la lesión de Pereyra.

El Málaga regresó de los vestuarios con más ganas. El grupo de Juande Ramos recordó que al fútbol se juega con balón y se apoderó del cuero. Antes de coger el mando del partido, Arnau se entrometió entre Campano y el gol con un despeje de lujo que escupió el larguero. El primer aviso foráneo fue un mano a mano de Edgar que taponó bien Leo Franco. Cuatro minutos después, el portero argentino no estuvo tan fino en un centro desde la izquierda de Duda cuyo intento de remate de Salva, que no llegó a tocar, despistó a Leo.

El 1-1 transmitió inseguridad a la grada y al césped. Nadie encontraba la fórmula para derrumbar la zaga malacitana... hasta que apareció Etoo. Fue tras una carambola, un córner que sacó Campano, remató Niño de tijera y un despeje de Salva le cayó a Etoo, que se revolvió para marcar un gol de oro que servirá para dejar al Mallorca un año más en Primera ¿Con él en el equipo? Ojalá.