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AMADOR PONS

Rafael Nadal tiene el curioso poder de despertar al tenista que fue Alex Corretja. En lo que va de temporada se han encontrado en dos ocasiones (Trofeo Conde de Godó y Másters Series de Madrid) y en ambos encuentros el jugador catalán ha parecido renacer. En los dos partidos ha sido ambicioso, ha luchado en la pista y ha terminado saliendo vencedor. Ayer volvió a necesitar tres sets (6-2, 3-6 y 6-4), pero se ganó el pase a la segunda ronda donde espera Roger Federer. En el circuito ATP quedan pocos jugadores con clase, talentosos.

Sin duda Rafael Nadal debe ser incluído en este grupo. Su tenis parece todo potencia, pero esconde mucha magia. Ayer el jugador manacorí demostró que tiene mucho más. Salió a la pista agarrotado, su servicio no funcionaba, el revés no corría y la derecha era imprecisa. Sin embargo Nadal introdujo trabajo, coraje, ambición y en un mal partido estuvo a punto de alzarse con la victoria. El inicio del encuentro fue sorprendente. Alex Corretja mostró pronto su táctica. Se situaba en la línea de fondo para restar y atacaba todos los saques del mallorquín.

Rafael Nadal aguantó bien sus dos primeros servicios (2-1) y disfrutó de una bola de break en el cuarto juego. En esta fase del partido el catalán apelaba a su servicio para sobrevivir y a unos golpes al límite. Parecía que tendría que acabar doblegando la rodilla cuando el manacorí desapareció del partido. Corretja rompió (2-3), salvó una pelota de break (2-4) y volvió a ganar el saque de Nadal (2-5). El catalán terminó anotándose el primer parcial.