En ocasiones quedamos con personas con las que no encajamos. | eugene barmin

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«¿Caminarías con unos zapatos dos números más pequeños que el tuyo? ¿Irías con un vestido o un pantalón que te fuera muy estrecho? Seguramente no, porque la incomodidad sería tan grande que ni saldríamos de casa. En cambio, cuando hablamos de relaciones sociales, la cosa cambia y mucho. En este caso seguramente, apechuguemos con la incomodidad con tal de estar presentes». Esta es la reflexión que lanza la coach de Salud Marga Almarcha.

En este sentido, añade que «nos pasamos la vida queriendo encajar en un modelo idealizado de vida pensando que así seremos más felices, tendremos más amigos y viviremos más experiencias cuando, en el fondo, esto nos puede generar más inseguridades y ansiedad al estar amoldándonos continuamente al entorno. Un entorno que, si a priori nos puede parecer agradable, puede dejar de serlo si no somos como se supone que tendríamos o deberíamos ser».

Almarcha explica que «una de las necesidades más importantes del ser humano es la necesidad de pertenencia, que nos lleva a buscarla en personas o grupos. Si tienes suerte, compartirás valores, podrás ser tú, no te sentirás juzgado y te sentirás integrado; pero en otros casos, puede que no se dé de forma tan natural esta situación y, de forma inconsciente vayas dejando de ser tú para encajar o amoldarte en un zapato que te está pequeño. Esto puede originar o provocar en ti sentimientos contradictorios, que te generen infelicidad y, sobre todo, a perder mucha energía queriendo aparentar algo que no eres».

La coach expone que «si eres de las personas que enseguida conectas en un grupo donde compartís risas, buenos momentos, conversaciones profundas, donde te das cuenta que puedes hablar de lo que sea porque no te sientes juzgado, estás de enhorabuena. De lo contrario, quizá sea necesario que revises y te preguntes cómo te sientes cuando estás ahí: ¿te sientes cómodo? ¿te das cuenta que tienes que cambiar muchas cosas de ti para ser aceptado? ¿compartís algún valor importante para ti?»

¿Por qué no encajo?

Almarcha argumenta que «el hecho de no encajar puede deberse a muchos factores y es necesario hacer autocrítica sobre la parte de responsabilidad que tenemos en ello, pero también es importante saber qué podemos hacer nosotros cuando empezamos a notar ciertas incomodidades dentro de un grupo para poder tomar cartas en el asunto antes que nos encontremos desbordados».

La primera medida que podemos adoptar es «hacernos cargo de cómo nos sentimos y aceptar las emociones que nos surgen ante las situaciones que vivimos en ese grupo para explorar qué necesidades no cubiertas puede haber (confianza, consideración, pertenencia…). Recordarnos que tratar de encajar nos lleva a un sobre esfuerzo titánico y a crearnos un personaje para ser aceptados, que nos quita energía, espontaneidad y naturalidad».

En este orden de cosas, resalta que es muy importante «entender que mientras nos esforzamos en encajar, vamos dejando de ser auténticos, es decir, vamos tapando nuestra verdadera esencia. Esa esencia que nos hace únicos y nos diferencia del resto. Por ello, es fundamental «entender que, mientras estamos enfrascados en querer estar en ese grupo, nos perdemos la posibilidad de estar en un lugar en el que sí nos sintamos cómodos y seguros sin necesidad de forzar nada».

La cocha destaca que «esa situación nos puede ayudar a conocernos mejor y a descubrir cosas de nuestro carácter que, posiblemente, de otra forma no sería posible; lo que puede significar darnos cuenta de nuestros valores, de nuestra valía y de lo que realmente valemos». Además, resalta «que la vida es cambio constante y estamos en un lugar con las personas con las que queremos estar hasta que por cualquier motivo, genuino y totalmente respetable, dejamos de elegir estar ahí. Y no pasa nada».

«La vida nos ha enseñado que las cosas no se pueden forzar, que las piezas de los puzles solo encajan con las que les corresponden. por eso en muchas ocasiones es necesario dar un paso atrás, aprender de la experiencia y encontrar en otras personas eso que, en este momento de la vida necesitas y, sobre todo, encontrar seres humanos que te valoren por cómo eres y no por esa representación que tienes que hacer para encajar que, en el fondo, se aleja de lo que realmente eres tú».