La Policía Nacional de guardia.

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Durante todo el año los diferentes equipos de emergencias de Balears están de guardia y el día 31 de diciembre no podía ser menos. Lejos del bullicio de las fiestas, diversión o de las reuniones familiares hay personas que trabajan durante el fin de año. Lo hacen en silencio y con vocación de servicio. «Un año más nos tocó trabajar mientras la mayoría se divierte, pero hay que tomárselo con buen humor.

En 2023, con un poco de suerte le tocará la guardia a otro turno y podremos disfrutar estas fiestas con nuestras familias», comenta uno de los integrantes de los equipos de emergencia. Policía Nacional, Guardia Civil, Protección Civil, SAMU-061, Ibanat, bomberos y autoridad portuaria son sólo algunos de los equipos de emergencia que trabajaron durante la Nochevieja y Año Nuevo, pero también lo hicieron los equipos de sanitarios de los hospitales, juzgados, forenses y militares, entre otros.

Agentes de la Autoritat Portuària de Balears.
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En el juzgado de guardia, como su nombre indica, la actividad no se interrumpió ni por la llegada del 2023. Un pequeño retén de funcionarios recibió el año entre atestados e informes, con casi un único deseo: «Que la madrugada sea tranquila». Y al final lo fue, pero sólo a medias. En la Comandancia de la Guardia Civil de Palma y en la sala del 091 de la Policía Nacional, por ejemplo, los servicios de seguridad funcionaron a pleno rendimiento, tanto el día 31 como el Año Nuevo.

Y como la última noche del año suele ser un estallido de color y fuegos artificiales, los bomberos estuvieron especialmente atentos: «Casi cada fin de año se queman papeleras y contenedores, por accidente o como gamberrada, aunque últimamente, con los pirómanos las noches suelen ser mucho más moviditas», contó un funcionario. Finalmente, los Bombers de Palma y los de Mallorca tuvieron que sofocar varios incendios provocados por pirotecnia en la calle Can Ferragut (Son Ferriol) y en Manacor.

Por último, el centro de emergencias del 112 también se pasó el salto de 2022 a 2023 de guardia, para coordinar las emergencias que pudieran surgir. En la noche mágica, en definitiva, no todo fueron ‘copas’, desenfreno y resaca. Hubo quien estuvo de guardia y gracias a ellos, todo salió bien.