TW
7

El dolor y la emoción llenaron el funeral celebrado ayer en memoria de las víctimas del terremoto de Lorca, acto que fue presidido por los príncipes de Asturias, quienes trasmitieron personalmente sus condolencias a los familiares, apoyados por cerca de 3.000 personas que han acudido para dar el último adiós a sus vecinos.
El funeral se celebró en el recinto ferial de Santa Quiteria, donde también se encuentra instalado desde el pasado miércoles el principal centro de atención a los damnificados por el seísmo.
El príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, visitó también ayer la iglesia de Santiago, muy dañada por el terremoto. Desde allí, animó a los lorquinos a «levantarse con fuerza y encarar al futuro para, poco a poco, recuperar la normalidad lo antes posible con el apoyo de todos».
La visita de los Príncipes se detuvo justo cuando llegaron a la calle Infante Don Juan Manuel, en la que se podía ver un edificio totalmente derrumbado y multitud de vecinos, junto con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, les aguardaban para relatarles su experiencia. Impactados por la escena, don Felipe expresaron su solidaridad a los vecinos de Lorca, «que se han visto afectados de muchas maneras y apoyar todas las acciones que se están llevando a cabo entre las distintas administraciones».