Una de las cámaras de seguridad instaladas en la parroquia de Santa Margalida. Foto: MARIA NADAL

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JULIO BASTIDA La parroquia de Santa Margalida, en la zona norte de Mallorca, está considerada en el ránking eclesiástico como una de las iglesias más seguras de toda España.

Esta catalogación se debe a la tenacidad y entrega de un hombre que hace unos años revolucionó a la comunidad parroquial de los margalidans.
Mossèn Guillem Feliu Ramis es el párroco responsable de velar por las almas de sus feligreses y también de la seguridad del templo que el Bisbat de Mallorca le confió.

El rector, natural de Llubí y destinado en el tranquilo pueblo de la vila de Santa Margalida, lo tiene muy claro: «A mí no me roba ni Dios. Bueno, mejor dicho, lo pueden intentar pero ya estoy yo para evitarlo», añadió Guillem Feliu.

Hace un tiempo, el joven sacerdote compartió manteles con un amigo experto en sistemas de seguridad privada. A raíz de esa conversación, surgió la idea de aumentar la seguridad en las diferentes dependencias parroquiales.

«Hay que pensar que yo no soy como el bon Jesús, que no estoy en dos sitios a la vez. Si estoy en la iglesia diciendo misa, no puedo vigilar la rectoría, y si estoy en la rectoría, no puedo vigilar la iglesia, esto es de cajón», puntualiza el sacerdote.

El complejo sistema de seguridad de la iglesia lo conforman una red de sistema de grabación de vigilancia formada por tres videocámaras exteriores y una interior. Las filmaciones quedan registradas en un disco duro, las 24 horas del día y los 365 días del año. Además de almacenar las imágenes, el rector puede visionar de manera 'on line' las cámaras desde un monitor que tiene ubicado en la rectoría o desde cualquier punto del mundo que tenga conexión a internet.

Las cámaras se adaptan a las normativas vigentes y están teledirigidas a la fachada, puertas y plaza de la iglesia. «El perímetro de vigilancia comprende íntegramente a la propiedad privada, y por consiguiente no incumplimos la Ley. Antes de instalarlas me fui a ver a un buen amigo mío que es juez y me informó de cómo estaba la legislación al respecto», matiza el sacerdote pionero en Mallorca en la instalación de cámaras de vigilancia.

Las medidas de seguridad también se extienden al templo, que cuenta con un dispositivo de alarmas con los correspondientes sensores ubicados estratégicamente en puertas, ventanas y accesos de la rectoría, la sacristía y la iglesia.

Feliu nos permite fotografiar las cámaras y sensores, pero nos oculta la posición de los instrumentos de vigilancia internos de la casa de Dios. El rector alega: «No tengo que dar ninguna ventaja a los maleantes».