La vanguardista embarcación fue remolcada hasta un muelle del Passeig Marítim, con sus pasajeros en perfecto estado.

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GABRIEL ALOMAR

El vanguardista buque de alta velocidad «Earthrace», presentado el pasado jueves en el Passeig Marítim, y que prevé batir el récord de la vuelta al mundo en menos de 75 días, sufrió ayer una avería en plena bahía de Palma durante un viaje de demostración, con una docena de pasajeros a bordo.

Presentado como un navío puramente ecológico dada su propulsión con motores para carburante biodiesel, su presencia ha atraído la atención de numerosos visitantes el pasado fin de semana. Algunos de ellos, los más atrevidos, se decidieron ayer a embarcar para realizar una excursión marítima hasta Puerto Portals. Sin embargo, en plena travesía uno de los dos motores empezó a hechar humo hasta pararse por completo. Una situación compremetida a la hora de negociar cualquier maniobra, ya que su condición de trimarán le obliga a contar con una propulsión equilibrada.

Ante la imposibilidad de atracar por si sólo en estas condiciones en el amarre asignado de la Marina Port de Mallorca, una lancha neumática del puerto deportivo salió en su ayuda y le condujo hasta el interior de los Muelles Comerciales, desde donde se le enderezó el rumbo y dando atrás, se acercó al pantalán exterior de la marina.

Ya en el muelle, los problemas se presentaron de nuevo ante la imposibilidad de amarrar por popa debido al viento reinante. Así, quedó atracado por su flotador de estribor, con el inconveniente de que no pudo instalarse pasarela alguna para facilitar el desembarque de los pasajeros, los cuales se vieron obligados a bajar haciendo equilibrios sobre unos tablones de madera colocados sobre el mar entre la nave y el muelle. La «operación de rescate», por fortuna, se saldó sin incidentes y los pasajeros consultados, en su práctica totalidad extranjeros, pese a haber permanecido en esta situación en el mar por espacio de mas de dos horas, se mostraron en general satisfechos con la experiencia, negando haber sentido miedo en ningun momento, aunque si cierta preocupación por la tardanza en regresar a tierra, donde algunos familiares les esperaban tras enterarse del incidente por teléfono móvil.