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EFE-LONDRES Gerry y Kate McCann, sospechosos de la desaparición de su hija Madeleine en Portugal, recibieron ayer la visita de un superintendente de la Policía británica, mientras prosiguen las filtraciones, como la que asegura que se han hallado pelos de la niña en los análisis que aún no se han hecho públicos.

El vespertino londinense «Evening Standard» precisa este martes, citando fuentes policiales que no identifica, que los investigadores han encontrado una «cantidad substancial» de pelo de la niña en las muestras recogidas en el maletero del coche alquilado por sus padres.

El superintendente jefe Bob Small, de la Policía de Leicestershire, condado en el que reside el matrimonio de médicos británicos, pasó una hora departiendo con el
La fuerza policial, por su parte, rehusó confirmar la visita, aunque tampoco la negó: «No comentamos la naturaleza de las visitas a los McCann por parte de agentes del Cuerpo de Policía de Leicestershire», se limitó a afirmar una portavoz policial.

La visita de Bob Small se conoció después de que la prensa británica informara ayer de que los servicios sociales de Leicestershire se reunieron este lunes con la Policía para analizar la situación de los hijos gemelos de la pareja, a raíz de la nueva situación legal del matrimonio.

En ese sentido, «The Sun» indica que los servicios sociales podrían retirarle a los McCann la custodia de los pequeños porque los padres son sospechosos de la desaparición de su hija mayor.

Los servicios sociales están obligados en este país a considerar el bienestar de los menores si sus padres son sospechosos de un delito. De cualquier manera, Gerry McCann reiteró ayer que él y su esposa son totalmente inocentes, en unas líneas escritas en la página de internet dedicada a la búsqueda de su hija. Además, el padre de la niña subrayó que la familia vive una pesadilla y que los últimos días han sido «increíblemente estresantes» y «emocionalmente agotadores».