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Les puede ocurrir a cualquiera de ustedes, lleva tiempo funcionando y se le denomina el timo «de los billetes tintados». Básicamente consiste en que una persona, casi siempre de orígen africano, le enseña unos papeles que tienen la silueta de billetes de euros, y les asegura que si se les aplica un tinte se convierten en reales. En esta ocasión ha ocurrido en Palma y, para desgracia de los dos estafadores, la víctima a la que querían engañar es un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía. El hombre tiene un hermano que es propietario de un bar, y del mismo se había puesto un anuncio para su traspaso. Un día que el policía estaba en el local recibió una llamada de teléfono. Una persona le dijo que estaba interesada en comprar el bar y quedaron en verse. Al día siguiente apareció por el local un hombre de color. Le dijo al policía, que no se identificó e iba vestido de paisano, que había tenido que huir de su país con una gran cantidad de dinero, cerca de un millón de euros, que tenía «camuflado». Después le enseñó una especie de librreta en la que se veía la silueta de billetes de 50 euros, y el africano aseguró que si se le aplicaban unos tientes los billetes se convertían en auténticos y de curso legal. Coninuaron hablando y el africano le dijo al policía que si le daba 30 mil euros él los podría convertir en 90 mil «sin ningún problema» y sólo utilizando un proceso químico. La conversación continuó varios minutos más, el policía hizo ver que se mostraba muy interesado en el negocio, el africano se fue y el agente llamó de inmediato a sus superiores.

Se decidió continuar con el caso y, varios días después, el estafador apareció en el bar con otro hombre, tanbién africano, de unos 40 años de edad. Ambos hablaron con el policía y después de algunos minutos el de 40 años, que llevaba un maletín, le dijo al agente para ir a un lugar «discreto». Entraron los tres en un cuarto y entonces el estafador se sacó del maletín papel de aluminio, unos botes lleno de un líquido y una jeringuilla, que colocó encima de una mesa. Después le pidió al agente que le diera un billete de 50 euros y le aseguró que, con la operación que iba a realizar, sacaría otros dos billetes del mismo valor y de curso legal. Llegados a este punto el policía se identificó, detuvo a los dos africanos y llamó a sus compañeros, que estaban a la expectativa y en pocos segundos entraron en el local.

Posteriormente el agente comprobó cómo se hacía la estafa. Cuando el africano le pidió el billete tenía en su mano un sobre de color blanco. El policía descubrió que dicho sobre tenía una especie de doble fondo, en el cual había dos billetes «buenos» de 50 euros, que son los que habría sacado después de introducir el que él le tenía que entregar.