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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Cinco marroquíes que protagonizaron un espectacular asalto a la vivienda de un constructor en Muro fueron condenados ayer por un juzgado de Palma. El atraco ocurrió a finales de octubre de 2005, aunque la planificación había sido larga y meticulosa. Todo comenzó cuando un peón empleado por el constructor se enteró de que éste guardaba una caja fuerte en su casa con importantes sumas de dinero. A partir de ahí se puso en contacto con otros cuatro compatriotas. Durante un mes estudiaron los movimientos de la pareja, las medidas de seguridad de la vivienda y aguardaron al momento en que sospechaban que podría haber más dinero en la caja fuerte.

Sus cálculos se concretaron en una fecha: el 26 de octubre de 2005. Ese día tres de ellos quedaron a primera hora en Muro. Llevaban guantes, gafas, cinta adhesiva y una máquina radial.

Al llegar a la casa, en la calle Antonio Cánovas, llamaron a la puerta haciéndose pasar por empleados de una empresa de paquetería. La mujer no les abrió pero, al salir un rato después para buscar pan, fue asaltada por los tres hombres, que la agarraron por el cuello y la arrastraron al interior. Allí le ataron las manos con cinta americana y la amordazaron tan fuerte que no podía respirar y perdió el sentido. Los hombres le hicieron recuperar la conciencia a base de patadas y golpes, a la vez que le exigían que les diese la combinación de la caja fuerte. Al ver que se resistía, le pusieron un cuchillo en el cuello y un objeto en la espalda a modo de pistola.