A eso de las 4.00 horas la Policía Local de Calvià recibió una
llamada alertando de un que un muchacho agonizaba en la calle Duque
de Extremera, a la altura del número 12. Estaba sobre un gran
charco de sangre y se había precipitado de 18 metros de altura,
desde el balcón de su apartamento. Cuando los médicos del 061
llegaron, Richard Francis Munby falleció. A pesar de los intentos
del médico de la UCI por reanimar al joven, éste murió casi en el
acto, dada la extrema gravedad de las lesiones que sufrió al
golpearse en el suelo.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la
investigación y se entrevistó con sus dos compañeros de piso, que
contaron que su amigo había estado bebiendo y se asomó por el
balcón para airearse, porque se encontraba mal. Luego perdió el
equilibrio y cayó. La víctima trabajaba en Magaluf y el juez de
guardia se desplazó hasta aquel núcleo turístico para aclarar las
circunstancias de su muerte.
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