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El fiscal pide 12 años de prisión para cada uno de los ocho acusados de comprar y distribuir cocaína en la zona de Can Picafort. Se trata de tres españoles, tres colombianos y dos cubanos que fueron detenidos el pasado 23 de noviembre en posesión de dos pastillas de cocaína con un peso de 1.794 gramos. Ese día, el presunto «cerebro» de la banda, Carlos G.S.Z., se dirigió en compañía del colombiano Gilver E.Q.R. hasta un hotel de Can Pastilla, donde tenían una cita con un matrimonio colombiano que había llegado en barco desde Valencia. El fiscal mantiene que este matrimonio, formado por Ramiro J.M. y Liliana L.R., entregó al ciudadano colombiano las dos pastillas a cambio de 1.500 euros, momento que la Guardia Civil aprovechó para detenerles.

Los agentes intervinieron en el domicilio de Can Picafort que Carlos compartía con Yadamira G.P. -otra de las acusadas- un paquete con 76 gramos de cocaína.

Los restantes imputados son ciudadanos españoles: Miguel T.S., Juan Q.B. y Antonio J.R. Los tres están acusados de ser los «camellos» de la banda y vender, a terceros, cantidades de cocaína que oscilaban entre los 10 y los 50 gramos. De hecho, el fiscal hizo referencia a diversas conversaciones telefónicas en las que figuran frases que parecen revelar las transacciones de droga, como «lo máximo que quieren pagar son 36 euros y no 39» ó «llévales un cuadro completo». Sin embargo, estos tres acusados mantuvieron la versión común de que la droga que compraban era para consumo propio, y que intentaban engañar a Carlos para obtener un descuento en el precio de la misma. De hecho, Juan Q.B. reconoció que consumía entre 1 y 2 gramos de cocaína al día, e incluso que su calidad era «pésima».