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Ni el excursionista era un especialista en escenas peligrosas ni el actor principal era, por una vez, Michael Douglas. El famoso actor, que pasa unos días de asueto en s'Estaca, se convirtió ayer por la mañana en un inesperado Àngel de la Guarda de un montañero que había quedado atrapado en un acantilado de aquella finca de Valldemossa y que llevaba desde la noche sin poder moverse.

Ignacio de la Vega Llompart, un vecino de Son Armadans de unos 50 años de edad, gran aficionado a la montaña, salió a pasear con su perro el miércoles por la tarde. Su intención era disfrutar de la panorámica sobre el mar que ofrece la posesión de s'Estaca y se fue adentrando en riscos y salientes, hasta que, sin darse cuenta, quedó atrapado. La dificultad del terreno, muy escarpado, y la caída de la noche, acabaron con las esperanzas del excursionista de poder salir por su propio pie de aquella trampa .

Ignacio, entonces, desplegó el saco de dormir que llevaba en la mochila y se ató a un árbol, en previsión de que perdiera pie durante el sueño y se despeñara. Su perro permaneció fielmente a su lado toda la noche, aunque con las primeras luces del día el agua empezó a escasear y la situación del excursionista y su mascota se agravó. El hombre, que vestía pantalones cortos y deportivas, había tenido hasta entonces muchos problemas de cobertura con su teléfono móvil, pero uno de los mensajes de auxilio pudo llegar, entrecortado, a su hermano. Su suerte, definitivamente, iba a cambiar, pero antes de que el familiar contactara con el 112 para pedir ayuda fue un paseante ilustre, llamado Michael Douglas, el que oyó los gritos del excursionista. Eran, aproximadamente, las 9.30 horas y el protagonista de «Instinto básico» salió por su finca a dar un paseo, aprovechando el día espléndido que lucía. De repente unos alaridos llamaron su atención y, sin demora, llamó a la Policía Local de Valldemossa y a su posadero. El empleado escudriñó en dirección a las rocas de donde procedían los gritos y descubrió a Ignacio, que les hacía señales con una linterna.

Los agentes municipales llegaron a los pocos minutos y, apoyados por Protección Civil, pusieron en marcha el dispositivo de rescate. Douglas no se perdió detalle del operativo y quedó muy aliviado cuando el hombre en apuros fue finalmente auxiliado. El helicóptero de la Guardia Civil y los bomberos se movilizaron, pero no fue necesario su concurso porque la policía tenía controlada la situación. Ignacio y Michael se saludaron efusivamente y chapurreando un castellano defectuoso el actor le espetó: «¿Todo bien?, ¿algún problema?». El palmesano, en esos momentos, a buen seguro que le habría entregado el Oscar al mejor rescatador.