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Los Bombers de Palma realizaron ayer una nueva protesta para exigir que se cumplan sus reivindicaciones, que se centran principalmente en que su jefe, Guillem García, sea cesado o reubicado y que los cambios de turno sean los imprescindibles para mantener la operatividad de Cuerpo. Un centenar de miembros del Cos de Bombers se reunió en la Plaça d'Espanya a las 10.00 horas y desde allí fueron caminando hasta la Plaça de Cort, con tambores, bocinas, teñidos de rojo y con camisetas con el lema «Bombers de Palma en lluita».

Un portavoz del grupo explicó: «Como no podemos dejar desatendidos a los ciudadanos lo único que podemos hacer es ruido y pintarnos el pelo». Una hora después llegaron a Cort, donde siguieron haciendo ruido sin que se registrasen incidentes. La alcaldesa Catalina Cirer recibió a cinco representantes de los Bombers, quienes le exigieron «ya» el cese de su jefe y «que se resuelva el tema de los cambios de turnos».

Los bomberos y Cirer dialogaron durante una media hora pero no se llegó a ningún acuerdo. La alcaldesa les recordó que se han adoptado medidas y se está intentando resolver el conflicto. Los bomberos reconocieron que Cirer y Maite Jiménez «se tienen que comer ahora la patata caliente de lo que ha pasado durante 17 años», pero que «la prueba más evidente de que hay una falta de liderazgo en el Cos de Bombers y se hacen mal las cosas es que se tienen que arreglar desde fuera».