La joven de Manacor llegó al juzgado acompañada de varios de sus familiares. Foto: MARGALIDA FUSTER

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MARGALIDA FUSTER/J.F.M.
María Sureda Gil, la joven de Manacor, pidió ayer a la juez que la Guardia Civil investigue lo que le pudo ocurrir durante las más de 40 horas que estuvo desaparecida. La mujer, de 22 años de edad, fue citada ayer a declarar por la juez María Angeles Vanrell, del Juzgado de Instrucción número 2 de Manacor. En su declaración, que se inició sobre el mediodía y concluyó unas dos horas después, estuvo presente la forense Emilia Salas, quien ya tuvo oportunidad de entrevistarse con la joven el pasado sábado, horas después de ser localizada por el operativo que la estuvo buscando durante casi dos días.

La joven mantuvo ante la juez que el jueves por la noche fue secuestrada por tres individuos cuando regresaba a su casa. La mujer envió por teléfono varias mensajes de auxilio a amigos suyos, e incluso días antes de estos hechos manifestó a sus allegados que se sentía amenazada por un individuo magrebí que llevaba días siguiéndola. Sin embargo, María no ha podido describir hasta el momento a los agresores ni tampoco determinar si entre estas personas se encontraba la que le estaba siguiendo. Ella ha relatado que la llevaron por varias zonas y que perdió el conocimiento al ser golpeada en la cabeza. Los médicos han comprobado que, en efecto, presenta un leve hematoma en la cabeza, aunque dudan de que sea suficiente para dejarla inconsciente.

En medios policiales se ha valorado que en la versión que relata la mujer, si bien no creen que sea incierta, existen demasiados detalles que no encajan. Aparentemente María no miente, pero está muy confundida y asustada. Los especialistas creen que su personalidad es muy compleja y no descartan que esta amnesia pueda ser una reacción, incluso lógica, tras vivir una experiencia desagradable, como puede ser un secuestro.