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El temporal de agua y viento se dejó notar ayer en casi toda la Isla y provocó que los bomberos y las fuerzas de seguridad estuvieran en estado de alerta durante toda la noche y la madrugada.

La portavoz del centro de emergencias del 112 enumeró los servicios efectuados por el mal tiempo y explicó que, por ejemplo, en la urbanización de Bahía Azul, en el término de Llucmajor, una calle se inundó y fue necesario achicar el agua.

En la carretera de Lluc cayeron varios árboles y algunos tramos de la vía quedaron cortados por esta circunstancia. Los bomberos retiraron los árboles y la Guardia Civil de Tráfico controló que el asfalto estuviera practicable. En Santa Ponça una farola se vino abajo a consecuencia del vendaval y aplastó un coche que estaba estacionado. Su conductor, por fortuna, estaba ausente.

En Montuïri la noche también fue «movida» y un árbol obstaculizó la carretera durante cerca de una hora. Al final la vía quedó despejada y se restableció la normalidad. En Canyamel el viento resquebrajó ramas y provocó también alguna situación de urgencia, de acuerdo con las mismas fuentes. El cuartel de San Fernando, por su parte, informó que durante la noche y la madrugada se registraron numerosas llamadas telefónicas de vecinos de Palma para alertar de desperfectos o informar de alguna situación provocada por el temporal.