En el patio del restaurante se almacenaban dos docenas de botellas de butano, que no explotaron. FOTO: FERRAN CARBONELL.

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J. F. MESTRE Joana Pou Barceló la propietaria del restaurante Centro de Porreres, que resultó quemada al producirse una explosión de gas en su negocio, se encuentra en muy grave estado. La explosión se originó por la chispa que se produjo al encender un interruptor de luz.

La mujer, de 47 años de edad, está ingresada en la UVI del hospital de Vall d'Hebrón, en Barcelona, con quemaduras en la cara, abdomen, piernas, brazos y tórax. Fuentes médicas del hospital catalán explicaron que la mujer está casi inconsciente y que su estado es muy grave. Los médicos le facilitan una respiración asistida debido al precario estado de la empresaria de Porreres.

Por otra parte, quien mejora en su estado es su hija Buenaventura Monserrat Pou, de 22 años de edad. La joven está ingresada en el hospital de Verge de la Salut, en Palma. La mujer está consciente, aunque sufre fuertes dolores por las quemaduras que tiene en la cara, en la mano y en los brazos, según explicó ayer un familiar que se encontraba acompañando a Buenaventura.

El suceso se produjo sobre las doce de la noche del viernes cuando las dos mujeres estaban a punto de cerrar el restaurante y marcharse a su domicilio. En este negocio, que regentaban desde hacia pocos años, también trabajaban el marido y un hijo, si bien ambos ya se habían marchado del trabajo.