Una imagen de un joven con el pelo rapado. | Carina Leiva Cosso

Siete alumnos de 4º ESO, de la afamada institución formativa, fueron expulsados del colegio el pasado 19 de diciembre porque decidieron mancomunadamente cortarse el pelo. Las respectivas tutoras de los mismos, respaldadas por la Subdirectora de estudios, abusando claramente de su situación de autoridad, expulsaron a los alumnos alegando que es un acto de rebeldia contra el colegio y lo que es peor los amenazaron de que es un acto de "ideología neonazi", entre otras cosas. Es lamentable que en pleno siglo XXI, tengamos que seguir soportando conductas dictatoriales, de abuso de autoridad, con maltrato psicológico y verbal hacia el alumnado. Se dará parte a la Conselleria de Educación, para que valore los reiterados incidentes generados por los docentes maltratadores, como así también la idoneidad psicológica de los mismos para el ejercicio de su labor, que no es ni más ni menos que la educación de nuestros hijos.