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Cuando falta poco para unas elecciones autonómicas suelo hacer una previsión personal e intransferible sobre los resultados electorales. El proceso es muy sencillo. Busco votos de las elecciones anteriores y comienzo a sumar y restar a los partidos para, posteriormente, aplicar la Ley d’Hondt y repartir los escaños. En esta ocasión había un componente que facilitaba las cosas: la desaparición de Ciudadanos. Casi todos los votos del partido naranja, hoy fuera del Parlament, fueron asignados al PP y con unos simples cálculos se añadieron o restaron al resto de formaciones según las circunstancias políticas y, evidentemente, por valoraciones personales. El resultado de aquel simulacro casero, que unos días más tarde envié a un amigo para que constase en acta, fue el siguiente: PP (24 diputados); PSOE (16); Vox (7), Més per Mallorca (4), Més per Menorca (2); el PI (2); Podemos (3) y Sa Unió (1). Como ven los cálculos personales se aproximan bastante a los resultados del 28 de mayo. El PP obtuvo 25 diputados, el PSOE 18, Vox 8, y Podemos apenas uno. El PI desapareció del mapa, algo que ya pronosticaba la última encuesta publicada por este periódico y que confirmó mi percepción de que la derecha ganaría las elecciones en Balears. No es cuestión de presumir pero con un poco de sentido común y analizando la situación política es posible acercarse a los resultados electorales de forma casera, con una simple calculadora y luego utilizando una aplicación de la Ley d’Hondt que hay en internet. Por eso no puedo dejar de sorprenderme que aún exista el CIS de Tezanos (de los anteriores directores que ha habido en este organismo nadie sabía su nombre) con el historial de fracasos acumulados en sus encuestas solo para satisfacer a Sánchez y favorecer sus intereses políticos. Con dinero público, eso sí. De verdad, cierren el CIS y dejen que empresas serias, que las hay, hagan encuestas que se acerquen un poco a la realidad política, que no se utilicen estos sondeos para crear corrientes de opinión sobre datos manipulados. El CIS es el claro ejemplo de que hay instituciones que sobran, y lamento coincidir con los argumentos de Vox, pero es la realidad. Decir ahora que PP y PSOE empatarán en Balears cuando la diferencia de votos entre ambos el 28 de mayo fue de 40.000 es, simplemente, un espejismo. Lo que ha hecho Sánchez con el CIS colocando a su amigo Tezanos es una clara malversación de fondos, pero afortunadamente los ciudadanos no son tontos y no les influye lo más mínimo lo que vaticine el CIS. Sus encuestas, más que ganas de reír, dan vergüenza ajena.