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Cada vez que se ha destapado algún supuesto escándalo de corrupción había alguien que tenía que dar la cara o bien asumir responsabilidades, aunque se supiese poco o nada del asunto que se investigaba. La cuestión era dar la cara y cuando la daba decir que no era suficiente y que había que asumir responsabilidades políticas. Esta forma de actuar ya se ha convertido en manual de primero de político en la oposición. Recuerdo cuando se destapó el ‘caso ORA’, archivado posteriormente, que Biel Company tenía que dar la cara como presidente del PP, Álvaro Gijón dejar las instituciones y su pareja, Sandra Fernández, dimitir sin estar ni siquiera imputada ni tuviese nada que ver con el asunto. El espectáculo que se ofreció durante días fue realmente tan vergonzoso que debería ponerse el vídeo en bucle a algunos políticos.

Ahora se habla mucho de que Francina Armengol debe dar la cara por el ‘caso Puertos’ a raíz de todas las conversaciones que ha ido publicando Periódico de Ibiza, donde todo parece indicar que hubo amaño en el Club Náutico de Ibiza por una decisión política. Pero Armengol no da la cara. El martes incluso estuvo en Ibiza y desde el PSOE ya avisaron que no haría declaraciones, algo que se ha convertido en habitual por parte de la presidenta del Govern. Los periodistas ibicencos ya se conformarían con tenerla en un plasma como Rajoy, pero ni eso. La cuestión es que no da explicaciones, no da la cara, y faltan poco más de dos semanas para las elecciones. El debate de IB3 sería un buen momento para explicar si intervino en los concursos, pero imagino que tampoco está por la labor. Lo curioso del caso es que los que pedían a Vicent Marí, presidente del Consell, que diese la cara por su imputación en el caso de ‘La vida Islados’ han dejado de hacer comentarios desde que el imputado es el alcalde socialista de Ibiza, Rafa Ruiz, por el ‘caso Puertos’. Realmente milagroso.

Mientras Armengol sigue sin dar la cara, su portavoz en el Govern exigió explicaciones a Marí tras el Consell de Govern por su imputación, pero ahora dice que no es oportuno comentar la situación de su compañero Rafa Ruiz fuera del ámbito de los partidos políticos. Antes no había caso y ahora hay silencio porque el tema está bajo secreto de sumario. Cuando deje de estarlo dirán que hay que dejar trabajar con tranquilidad a los jueces. Marga Prohens tiene razón en una cosa. Si en lugar de Armengol hubiese salido su nombre en las conversaciones del ‘caso Puertos’ se le pediría día sí y día también que diese la cara, además de convocar varias ruedas de prensa al día buscando cualquier argumento. No me quiero ni imaginar la que se organizaría si se negase a hacer declaraciones a la prensa, pero con Armengol es diferente. Y llevamos así 8 años y nunca pasa nada.