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Leí con mucho interés hace ya varias semanas un artículo de Javier Mato que se titulaba ‘Armengol cree que va a perder’. Mato esgrimía que Armengol tomaba decisiones como si viese peligrar las elecciones del mes de mayo. Aún así, el articulista y amigo aseguraba que él no creía que la actual presidenta no pudiese sumar los diputados necesarios para revalidar una nueva legislatura.
Dicen que las elecciones se deciden en las últimas semanas y que, además, la memoria es frágil. Nadie se acuerda de algunos escándalos y se vota según lo que ocurre en una etapa muy determinada, es decir, el clima sociopolítico que se viva en las dos últimas semanas de mayo.

Dicho esto, me atrevería a pronosticar que Armengol tiene dos puntos débiles muy problemáticos para poder revalidar su cargo: uno es la mala imagen que tiene Sánchez sin entrar demasiado en los motivos, pero evidentemente no puede ir más que a los actos de partido para que no le abucheen. En segundo lugar, la situación de Podemos, en caída libre desde hace tiempo y especialmente tras el fiasco de la ley del ‘solo sí es sí’. Algunas encuestas realizadas por socios de Armengol confirman la debacle de la formación morada, que le puede hacer perder la mitad de sus escaños. Otro punto débil de Armengol es la debilidad de su partido en Ibiza, donde además cuenta con un candidato, Josep Marí ‘Agustinet’, que hace tiempo que está amortizado tras llevar muchas décadas en política. Si una cosa podría pronosticar sin temor a equivocarme es que el PP ganará por mayoría absoluta en Ibiza, y que aportará 7 diputados al Parlament.

En cambio, la presidenta balear sí puede contar con la siempre fiable candidatura de Més per Menorca, y parece que Més per Mallorca también aguanta dignamente y que puede repetir resultados en Mallorca. Lo que hay que tener en cuenta ahora mismo además son las corrientes electorales provocadas por muchos motivos, es decir, subida de precios, hipotecas por las nubes, problemas para acceder a la vivienda, inseguridad y líos en el Gobierno de Sánchez entre los socios. Y ahí tampoco tiene Armengol motivos para estar tranquila. Esas corrientes electorales no se pueden medir, pero ahí tenemos la aplastante mayoría absoluta del PP en Andalucía, los resultados de la Comunidad de Madrid o los de Castilla-León. En las tres comunidades la derecha ha ganado y ha podido gobernar a pesar de lo que decía el cada vez más desprestigiado CIS. De ahí que Armengol crea que puede perder, como escribía Javier Mato, y por eso la brutal campaña del PSOE contra Vicent Marí por su imputación. La situación ahora no es tan dulce como en 2019 para la izquierda por mucho que intenten hacernos creer que vivimos en ‘Alicia en el país de las Maravillas’. Pronto saldremos de dudas.