Los jóvenes de Baleares tienen complicado el acceso a la vivienda. | Jaume Morey

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Los jóvenes españoles se emancipan a los 29,8 años de media, casi tres años y medio después que los europeos y el 46% de los que tienen entre 25 y 34 años todavía viven con sus padres, 10,6 puntos porcentuales más que en 2008, según un estudio de la ONG Ayuda en Acción, publicado este martes.

El informe, titulado 'Empleo y juventud en España en 2030' advierte de que la recuperación económica no ha permitido reducir el porcentaje de población joven que vive con sus padres y estima que este dato se incrementará casi un punto en 2030.

«A pesar de la recuperación económica, el porcentaje de jóvenes que vive con sus padres y madres se ha incrementado en los últimos años. Esto muestra, por un lado, la situación tan precaria y difícil que enfrentan las nuevas generaciones y, por otro, las dificultades para parte de la población, habitualmente la más vulnerable, no pueda desarrollar sus proyectos y futuros de vida como deseen», ha apuntado el director de Ayuda en Acción, Fernando Mudarra.

Así, la edad media española de emancipación parental en 2021 era de 29,8 años, 1,4 años más que en 2008 y 3,3 más que el conjunto de la Unión Europea. Respecto a las causas, el estudio señala la precariedad laboral y avisa de que, «actualmente, encontrar empleo para la juventud no es garantía de escapar de la pobreza o tener acceso a bienes básicos».

En segundo lugar, los autores del informe se refieren a la dificultad para adquirir una vivienda y apuntan que «tan solo un 30% de la juventud tiene posibilidad de comprar» una casa, frente a un 45,4% que vive en alquiler a precio de mercado. La proporción de la juventud emancipada con vivienda en propiedad entre 2008 y 2020 se ha reducido a la mitad, según el documento. En todo caso, desde la ONG aseguran que el porcentaje de jóvenes que viven con sus padres podría reducirse hasta ocho puntos si se siguen una serie de recomendaciones, entre las que destacan mejorar el parque público de viviendas.

En cuanto al empleo, el estudio muestra que la reducción de la población activa y la creación de empleo permitiría reducir la tasa de desempleo juvenil (15 a 29 años) a entorno al 20% en 2030, es decir, la mitad de la existente en la crisis económica de 2008. Si bien, advierte de que hay que tener en cuenta las diferencias regionales en las tasas de desempleo juvenil pues hay un margen de hasta 20 puntos entre las que menos desempleo registraron (Aragón y Cantabria) y las que más (Andalucía, Canarias y Extremadura).

Ayuda en Acción también insiste en la importancia de la formación para acabar con la pobreza. «La educación es una palanca clave para romper el círculo de la pobreza y acceder al empleo, existe una relación directa entre desempleo y empobrecimiento», señala la responsable de Empleo de la ONG, Verónica de la Cruz.