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ESTO ES UNA FIRMA Los excesos del verano, los gastos de la «vuelta al cole» y la subida sostenida de los tipos de interés hacen que la demanda de servicios de reunificación de deudas aumente el 30 por ciento en septiembre, según datos de la Asociación Nacional de Consultores, Mediadores e Intermediarios de Crédito (ANIC).

Así, esta «cuesta» de septiembre, junto a la de enero, es la época del año en la que más crece la demanda de información y la contratación de este instrumento financiero, explicó esta asociación.

Además, el director de comunicación de la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, Pedro Javaloyes, aseguró a Efe que, desde hace tres años, la demanda de estos productos está creciendo a ritmos anuales superiores al 35 por ciento.

Matizó, sin embargo, que este crecimiento no es todavía «significativo», porque se trata de un producto nuevo que cada vez conocen y contratan más familias y que hasta que no alcance su madurez, no se podrán hacer «lecturas importantes de sus subidas». Javaloyes atribuye esta subida a que, durante los últimos años, ha habido «una alegría desmesurada en el consumo», como consecuencia de una mejor percepción de la evolución de la economía y del empleo y por la sensación de enriquecimiento de aquellos que compraron una casa hace diez años y que ahora se consideran «millonarios». En más de un caso, las familias se han lanzado a consumir por encima de sus posibilidades, y el endeudamiento ha crecido en consonancia, hasta el punto de que más de un 57 por ciento de los hogares reconoce dificultades para llegar a fin de mes.

Ante esta situación, la reunificación de deuda aparece como una solución para quienes deben afrontar múltiples préstamos y créditos, al ofrecer reducciones de los gastos financieros mensuales de hasta el cincuenta por ciento.

Frente a quienes aseguran que este producto es «engañoso», Javaloyes defiende que «tal vez si no existiera, habría más gente con problemas para afrontar sus deudas».

No obstante, sí es cierto que, a la larga, este ahorro tiene un coste, porque al meter toda la deuda en el préstamo hipotecario -el de menor tipo de interés- se alarga el plazo de devolución, de forma que permite estar más desahogado cada mes, pero se soporta durante más tiempo.