Un cirujano del Clínico de Madrid maneja el robot «Da Vinci», del que se destaca su seguridad y precisión en las operaciones. Foto: EFE

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«Como si se hubiera teletransportado al interior del paciente«, así se siente el cirujano cuando se acomoda en la consola desde la que dirige a «Da Vinci», un robot que permite realizar intervenciones quirúrgicas más seguras y precisas, ventajas de las que ya se pueden beneficiar pacientes de la sanidad pública española.

El Hospital Clínico de Madrid cuenta desde el pasado mes de julio con este robot cirujano, del que existen otras tres unidades en otros tantos hospitales españoles, todos ellos privados.

Los resultados hasta ahora en el Clínico, donde se han llevado a cabo cerca de 40 intervenciones, han sido «excelentes«, aseguró la cirujano del hospital María Elena Ortiz, uno de los seis facultativos que ya han aprendido a manejar el dispositivo.

Las diferencias respecto a la cirugía tradicional son varias; el cirujano en lugar de estar en la mesa con el paciente está sentado en una consola de ordenador con forma de huevo, desde la que dirige al robot, situado sobre la mesa de operaciones, a unos 4 ó 5 metros de distancia, explicó.

Los brazos articulados de «Da Vinci» son los encargados de ejecutar con precisión -filtran cualquier temblor del cirujano- las órdenes que reciben desde la consola.