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Un año después de que la rotura de una balsa provocara el vertido de agua ácida y lodos tóxicos a la cuenca del Guadiamar, la empresa Boliden, propietaria de las minas de Aznalcóllar, reinicia su actividad.

Los mineros de Aznalcóllar (Sevilla) no comenzaron ayer a trabajar tal y como estaba previsto en la explotación minera de Boliden Apirsa, pues la actividad productiva se reiniciará con toda «seguridad» y de forma progresiva a partir de mañana jueves, según informó el portavoz de la multinacional sueco-canadiense, Alejandro de Antonio.

La compañía, con 450 trabajadores en Sevilla, confirmó su decisión de mantener la actividad en la zona, tras la reunión que mantuvo en dicha localidad sevillana la dirección de la empresa, después de casi un año de cese de actividad tras la rotura de la balsa de decantanción el pasado 25 de abril, que provocó el vertido de más de cinco millones de metros cúbicos de agua ácida y lodos tóxicos a la cuenca del Guadiamar.