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La reivindicada variante de Artà reducirá en un 20% el tráfico rodado que circula por el casco urbano. Se trata de una importante infraestructura que incrementará la calidad de vida de los vecinos: menos ruidos y más seguridad. Así lo han explicado los técnicos del Consell en una visita al municipio en la que se ha anunciado que esta esperada ronda norte empezará a construirse en 2025.

El presidente del Consell, Llorenç Galmés, el conseller de Territori, Fernando Rubio junto con el alcalde Manolo Galán presentaron la inversión de 6,5 millones en Carreteras en dos proyectos muy esperados. Junto a la ronda norte se ha anunciado el inicio de la reforma de l’Avinguda de Costa i Llobera, arteria principal que atraviesa el núcleo y que conduce a Cala Rajada. La previsión es que estas obras se inicien en el mes de mayo. Se adjudicarán de nuevo tras haber quedado desiertas. El presupuesto es de 745.314 euros.

La variante empieza en la carretera de Artà a Capdepera y acaba en la intersección de la ermita de Betlem. La longitud aproximada es de 800 metros con dos carriles de 3,5 metros. Se construirán dos rotondas. Además se crea un eje cívico entre el Camí de la Síquia y el aparcamiento de sa Clota que facilitará el acceso para los peatones desde el centro de pueblo hacia la ermita de Betlem y dará continuidad hacia el pabellón deportivo, el Punt Verd y el parque de bomberos.

El alcalde ha manifestado su satisfacción por estas obras. «Hace muchos años que reivindicamos la construcción de esta ronda ya que es un proyecto muy necesario para la movilidad. Por otra parte la reforma de Costa i Llobera también es imprescindible. Hay que tener en cuenta que esta vía soporta una densidad de 15.000 coches al día». A la vez ha pedido que ,durante los meses de verano, se paralicen estas obras y se reemprendan en septiembre.

El proyecto de reforma de Costa i Llobera se adjudicará en las próximas semanas. Se han presentado un total de cuatro empresas. La actuación consiste en el refuerzo del firme y en sembrar arboles nuevos. Galmés destacó la importancia de ambos proyectos. Respecto a la variante norte aseguró que «supondrá descongestionar el tráfico en el núcleo urbano de la mayoría de vehículos que ahora se dirigen hacia la ermita de Betlem y el Parc Natural de Llevant».

Galmés también destacó la apuesta del Consell por la movilidad sostenible. «Se construirá un carril cívico. Nuestro objetivo en esta legislatura es descongestionar Mallorca y mejorar la calidad de vida de todos los mallorquines». Una vez acabado el periodo para presentar las alegaciones el Consell dice que tras toda la tramitación, las obras podrían empezar en 11 meses. Esta variante supondrá una inversión de 5,3 millones y la expropiación de 41 fincas con unos 21.000 metros cuadrados aproximadamente.