Mosaico humano.

TW
41

El acto final de las celebraciones de los cincuenta años de l’Escola Municipal de Mallorquí ha reunido este jueves a 800 personas en un emotivo acto que se ha cerrado con una imagen para el recuerdo, un gran mosaico humano en el que todos los asistentes han alzado los brazos para clamar por la lengua y la cultura propia y que ha descubierto el logotipo del aniversario de la entidad. Una fotografía que quedará para siempre en el recuerdo de los asistentes a la vez que ya forma parte del imaginario colectivo del pueblo y de su historia.

El Auditori de Manacor se ha llenado para acoger a las personas que han querido acompañar a la Escola en esta celebración. Profesores, alumnos, músicos, y manacorins en general han mostrado así su apoyo a la entidad y le han dado el empujón necesario para continuar con su trayectoria. Y es que como se ha dicho este jueves, «que esto sea solo el principio». El futuro de la Escola y los retos que quedan estuvieron muy presentes en el acto que ha acabado con una ‘invitación’ a la celebración del centenario en el 2073.

Espectáculo

El mosaico ha sido solo el final porque el trayecto hasta llegar a él ha estado repleto de emoción, historia, cultura, música y muchas palabras. Los discursos, creados especialmente para la ocasión por el actor manacorí Toni Gomila, quien ha conducido el acto, han trasladado a los asistentes al Manacor de 1973 haciendo un recorrido histórico a través de acontecimientos y personajes hasta llegar al día de hoy. Una «rueda del tiempo» que no se para pero que también puede ser eterna. «Como dijo Blai Bonet, la existencia de las personas no es su cuerpo sino sus actos, estos nunca mueren», ha citado Gomila. A través de este hilo, tampoco se ha querido pasar la oportunidad de recordar y agradecer su dedicación a los fundadores y impulsores de la Escola de quienes destacaron su «valentía». A estos profesores les aseguraron que continuarían con su trabajo con «sabiduría y estima».

Tampoco ha faltado el guiño a las tradiciones más arraigadas del municipio, imágenes de Cossiers o de Sant Antoni se han alternado con una muestra en directo de ball de bot o con las frases en catalán de cuatro recién llegadas de otros puntos del planeta que han sabido entender la lengua como método de integración. No ha faltado el rap ni la música, que de la mano de Mar Grimalt, Sebastià Gris, Roger Pistola y Carles Medinguió ha dirigifo toda la obra con canciones inéditas. El montaje escénico ha sido realizado por el también actor Joan Miquel Artigues.

El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, ha subido también al escenario con un discurso reivindicativo y firme en el que ha pedido «ir al médico, al cine o a realizar un trámite con la administración en catalán» y ha tildado de «verdadero castigo tener que asistir a los sistemáticos recortes de derechos hacia la lengua y la cultura catalana y a sus hablantes».

Biel Barceló, fundador de la escuela, también ha subido al escenario y después de cincuenta años ha vuelto a pedir a los asistentes que hicieran «florecer la lengua por Manacor». Una idea con la que se ha cerrado el acto, «invitad a todo el mundo a compartir nuestra lengua».

Durante el poco más de una hora que ha durado el espectáculo el público no ha dejado de responder con aplausos constantes que estallaron con más fuerza si cabe con las primera notas de la Balanguera. El himno de Mallorca ha arrancado a los asistentes a cantar y a alzar las pancartas de colores con las que se ha formado el mosaico humano que marca el principio de un nuevo comienzo para la Escola Municipal de Mallorquí.