El pesquero se hundió a mediados de junio y no se ha podido localizar a su dueño. | GUILLEM CRESPI

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Capitanía Marítima ha publicado una resolución firmada por el capitán marítimo de Palma, José Fernando Escalas, en la que se prohibe el acceso de personas, embarcaciones o artefactos a cualquier parte del barco que el pasado 16 de junio se hundió en aguas del Port de Pollença.

Esta decisión se ha tomado tras la advertencia que hizo el grupo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil el 22 de agosto por la presencia de particulares que se acercaban y buceaban en el interior del Annette Rosenkilde. Quien incumpla esta resolución se enfrenta a una sanción administrativa grave y a una multa que puede ascender hasta los 120.000 euros. La prohibición de acercarse a la nave ha sido comunicada a las fuerzas de seguridad del Estado y a las administraciones interesadas para que velen por su cumplimiento.

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El Annette Rosenkilde era un pesquero danés con bandera británica que había sido reconvertido en embarcación de recreo para transportar turistas por diversas calas de Mallorca, especialmente por la zona de Andratx y en 2019 la nave fue trasladada al Port de Pollença para su puesta a punto.
Tras su hundimiento el pasado mes de junio la Capitanía Marítima trató de localizar al armador de la embarcación sin éxito alguno, por lo que nadie se ha responsabilizado de la nave hundida a unos cinco metros de profundidad y frente al Reial Club Nàutic Port de Pollença. Ante el peligro que suponía para la seguridad marítima, de los bañistas y otros buques se procedió a señalizar el hundimiento y a instalar una barrera flotante anticontaminación. La entidad Arrels Marines denunció que el 17 de agosto se había roto esta barrera, que fue repuesta por Salvament Marítim a los pocos días.

Durante este periodo veraniego se han publicado en redes sociales algunos vídeos y fotos de buceadores que se adentraban en el pesquero para tomar imágenes de la inmersión. La mayoría de estas publicaciones han sido borradas en esta última semana y no hay rastro de ellas.

Aún se desconoce cómo y quién se encargará de remolcar el Annette Rosenkilde, aunque es seguro que se esperará a que haya finalizado la temporada turística y el tráfico marítimo se reduzca. Las inspecciones han confirmado que el barco está en mal estado y existe peligro de que se rompa durante su traslado, provocando vertidos.