Luto en Llucmajor por el fallecimiento del empresario Matías Noguera.

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Ha muerto a los 81 años de edad Matías Noguera Tomás, un empresario pionero que llegó a crear junto a sus socios una de las mayores empresas de materiales de construcción de Mallorca, en los años noventa. Nació en Llucmajor en 1942 en plena Segunda Guerra Mundial, en una época en la que el país estaba sumido en penurias económicas y hambrunas derivadas de la Guerra Civil.

Trabajó desde muy joven, para ayudar a su madre que se había quedado viuda, y con los años demostró un olfato especial para los negocios. De trato cariñoso y afable, ‘Caragolet’, como era conocido en su pueblo, era un caballero y tenía una legión de amigos. Se casó con el amor de su vida, Maria Salvá, y sus dos hijas Catalina y Joana fueron siempre su debilidad. Nunca las regañó y fue un padre modélico hasta el último día. Era sencillo, humilde y, sobre todo, muy humano. Jamás tenía una mala palabra para nadie. Era, además, un hombre de rutinas: cada mañana, ya jubilado, tomaba un café en el bar Pou del pueblo y después compraba Ultima Hora en el kiosko. Luego regresaba a casa, con María.

La muerte de su amigo del alma Pau Salvà, el añorado fundador de Piensos Salvà, fue un duro golpe para él, pero la llegada de sus cuatro nietos -Jaime, Climent, Joan y Paula- le devolvió la alegría.

Disfrutaba de los veranos en s’Estanyol, sentado en la terraza de su casa frente al campo de fútbol, donde charlaba con todos los vecinos. Y repartía sonrisas, porque Matías era, en esencia, una bellísima persona. Y un optimista empedernido. Incluso cuando el cáncer le atacó dos veces y ya no pudo hablar, siguió alzando su dedo pulgar, en señal de victoria. Descanse en paz Matías Noguera, el hombre de la sonrisa eterna.