Oliver, con la cara girada, durante la bendición del vicario Joan Francesc Cortés.

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Tanto el Bisbat de Mallorca como el Ajuntament de Manacor han apostado por guardar silencio después del revuelo creado por la publicación del rector de la iglesia dels Dolors, Antoni Amorós, en sus redes sociales en el que tildaba de «puta gente» a los críticos con la gestión de las Completes de Sant Antoni y con el director de Completes, Xavier Gelabert, y el vicario Joan Francesc Cortés.

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Aún así, los comentarios del sacerdote sí que han vuelto a incendiaron las redes y el regidor de Més-Esquerra, Joan Gaià, (del mismo partido que el alcalde Miquel Oliver) publicó una fotografía en la que se puede ver como Oliver ni siquiera dirigió la mirada al vicario Cortés, como muestra de rechazo a sus comentarios «franquistas y querracivilistas». Gaià se pregunta si Oliver «¿es el único progre de la foto o precisamente la cara de satisfacción de algunos es porque sus amigos han metido al alcalde en un buen follón?», refiriéndose a los regidores del resto de partidos del Ajuntament.

Y es que la disputa entre la Iglesia de Manacor y el Ajuntament por los problemas de aforo de las Completes aún está encendida cinco días después de la celebración de Sant Antoni. Después de las palabras de Gelabert, que apuntó a que el responsable de que quedaran 300 jóvenes fuera de Completes era de las altas esferas del Ajuntament, y de los comentarios de Cortés, varios ediles de Més-Esquerra han mostrado su malestar e, incluso, el edil Sebastià Llodrà dijo que Cortés «no debería presidir las beneïdes», que sí presidió. La polémica sigue servida.